Plan de Ahorro Energético: hacia una organización más eficiente y sostenible

El Plan de Ahorro Energético es un proyecto fruto de todo el trabajo realizado desde 2021 en el marco del Plan Estratégico de Grupo Mutuam 2021-2024 , concretamente dentro del Eje 5: Impulsar la eficiencia organizativa y financiera . Aunque el proyecto sigue activo, aprovechamos el análisis realizado a finales de 2024 para explicar en qué consiste y qué actuaciones se han impulsado hasta ahora.
A modo de adelanto, podemos decir que estamos muy satisfechos con las medidas implementadas y todo lo que implican, puesto que este plan nos permite avanzar en la materialización de nuestro compromiso con la eficiencia energética . Una apuesta decidida hacia una organización más sostenible, eficiente y alineada con el cuidado de nuestro entorno.
¿Cómo lo hemos hecho? Conocer para poder transformar
Cuando pensamos en ahorro energético, probablemente lo primero que nos viene a la cabeza es apagar luces o cerrar grifos. Sin embargo, en una organización como el Grupo Mutuam, esto va mucho más allá. Quiere decir conocer a fondo qué pasa en cada uno de nuestros centros, entender cómo se comportan los edificios y sus instalaciones, ya partir de ahí, actuar con rigor y visión estratégica.
Por eso, el Plan de Ahorro Energético empezó con un análisis exhaustivo del consumo energético en todos los centros, a partir de diversas fuentes de información complementarias:
– Las facturas de suministro , que nos permiten identificar el comportamiento de los consumos de electricidad, agua y gas a lo largo del año.
– Las auditorías energéticas , elaboradas por entidades externas, con un cálculo detallado del consumo de los centros –que representan el 80% del consumo total del Grupo–. Aportan datos clave sobre eficiencia, emisiones de CO₂ ahorradas e incluyen propuestas de mejora.
– El cálculo de la huella de carbono , que nos ofrece una visión global del impacto de nuestra actividad, teniendo en cuenta la energía utilizada, las características de los edificios y procesos internos.
– Los datos específicos sobre el consumo de agua , especialmente relevantes ante la situación de sequía en el área metropolitana de Barcelona y las recomendaciones oficiales asociadas.
¿Y qué hemos aprendido?
De todo este análisis hemos aprendido que la electricidad es nuestra principal fuente de consumo , y que los sistemas de climatización son los que más energía requieren, seguidos por el agua caliente sanitaria y los ascensores . También se ha detectado un alto consumo de agua en todos los centros, lo que nos ha llevado a plantear medidas específicas de mejora.
Medidas de ahorro implementadas
A partir de estas conclusiones, se han aplicado medidas concretas y transformadoras que están dando ya resultados.
– En cuanto al consumo eléctrico, hemos dado un paso decisivo hacia la sostenibilidad con la compra de energía verde 100% certificada para todos los centros , eliminando así las emisiones asociadas al consumo eléctrico. Además, hemos instalado placas fotovoltaicas en todos los edificios propios, sustituyendo el 80% de las luminarias por sistemas LED , lo que ha supuesto una reducción del consumo en iluminación de más del 80%.
– También hemos actuado para optimizar la climatización , con estudios específicos sobre el rendimiento de los equipos y la instalación de filtros solares y toldos motorizados para reducir el calor en el interior de los edificios.
– En cuanto al consumo de gas , se han instalado válvulas termostáticas para sectorizar la calefacción y controlar mejor las temperaturas.
– En relación con el agua , se han incorporado aireadores en grifos para reducir su caudal, y en consecuencia, el consumo total.
– Todo este proceso ha ido acompañado de la implantación de un programa de gestión del mantenimiento , que nos permite detectar incidencias y disponer de una base de datos sólida para la toma de decisiones futuras.
Mejoras previstas a corto plazo
La transformación no se detiene aquí. Las previsiones a corto plazo contemplan la ampliación y consolidación de muchas de las medidas iniciadas. Por ejemplo, queremos llegar al 100% de las luminarias LED en todos los centros, e incorporar detectores de presencia en espacios de servicios para realizar una gestión inteligente de la iluminación.
En el campo de la climatización, se están proyectando inversiones para renovar sistemas e incluso se contempla la prueba piloto de ventiladores de techo eficientes en edificios en los que la arquitectura limita otras soluciones.
En cuanto al agua, se instalarán contadores parciales que permitirán identificar excesos de consumo por actividades y ajustarlas, así como grifos con temporizadores en zonas comunes de centros con elevada demanda.
Primeros resultados
Aunque el plan sigue vivo y los resultados se irán analizando anualmente, el cierre del año 2024 ya muestra datos muy positivos: la reducción del 100% de las emisiones de CO₂ asociadas al consumo eléctrico respecto a 2021, y una disminución del 21,4% en el consumo de gas.
En definitiva, el Plan de Ahorro Energético es un conjunto de medidas concretas (pequeñas y no tan pequeñas acciones) con las que estamos avanzando para tener una organización más sostenible, con un menor impacto ambiental y una gestión más eficiente de los recursos.
De esta forma, actuamos con coherencia con nuestros valores, porque nuestra razón de ser -cuidar a las personas- no tiene sentido si no cuidamos también el entorno en el que vivimos y su futuro.