¿Cómo acompañamos el proceso de fin de vida en las residencias geriátricas?
Enfrentarse a la muerte es inevitable, aunque como sociedad aún evitamos hablar de ello. En las residencias geriátrica es esta realidad muy presente, y es uno de los momentos más difíciles para el equipo, por el vínculo que crean con las personas residentes. Cada proceso es único, pero su acompañamiento, desde el respeto, la sensibilidad y el cuidado, es clave para que, tanto la persona en proceso de fin de vida como sus familiares, atraviesen ese momento de la forma más serena y confortable posible.
En esta entrevista, Dana Rodriguez, gerocultora y Coordinadora de Auxiliares de la residencia Font Florida , nos revela cómo se viven estos momentos en una residencia desde el punto de vista del equipo, y especialmente de las auxiliares: las profesionales que cuidan y asisten a las personas residentes.
Una lectura imprescindible para promover y visibilizar la dignidad de las personas mayores en sus momentos finales, así como el orgullo profesional y la vocación de quienes trabajan atendiéndolas. ¡Gracias por su tarea!
¿Podrías empezar explicando cuál es tu papel en la residencia, y cómo es tu día a día?
Soy gerocultora, y actualmente mi cargo es el de Coordinadora de Auxiliares en la residencia Font Florida, donde anteriormente he estado trabajando once años como auxiliar.
Como coordinadora, mi papel es llevar a cabo la gestión y funcionamiento de todo el equipo de auxiliares. Esto implica la supervisión de todas las actividades diarias, la gestión de los horarios y las coberturas -y si es necesario, también hacer asistencia directa-, resolver los conflictos que pueda haber, y encontrar a las personas adecuadas cuando hay alguna vacante. Es decir, todas las tareas necesarias para garantizar que el ambiente sea tranquilo y, sobre todo, que las personas residentes estén bien atendidas.
¡Doce años en la misma residencia! Has crecido profesionalmente aquí, y habrás visto a muchas personas pasar por un proceso de fin de vida...
Sí, desde que entré que tuve que pasar por estos momentos, trabajándolo de la mejor manera que he sabido, para que tanto la persona residente como la familia se sientan lo mejor posible.
¿Cómo es el proceso interno cuando se identifica que una persona está en el momento de fin de vida, tiene algún protocolo?
En estos casos el papel de todo el equipo es importante , desde recepción, el equipo de limpieza, el técnico, y sobre todo el equipo de auxiliares y de enfermería, que son aquellas que están más en la atención directa y en el día a día.
Cuando detectamos cambios en la persona, y el médico y enfermería identifican que nos encontramos ante un proceso de fin de vida, desde el centro se comunican con la familia, para que tomen conciencia del proceso que van a vivir ahora, y se comunica todo el protocolo y las medidas de bienestar para la persona y los familiares.
Siempre que se puede, proporcionamos un espacio de intimidad , y le acomodamos para que los familiares puedan estar a su lado todo el tiempo que quieran y pasar la noche cuando lo encuentren necesario, para así favorecer un buen acompañamiento. También les ofrecemos bebida y comidas según la necesidad.
La verdad es que también actuamos mucho por sentido común, proporcionando siempre todo el bienestar posible a esa persona ya la familia, haciéndoles saber que cualquier cosa que puedan necesitar pueden pedirlo al equipo, y estando a su lado en éstos momentos complicados. Esto casi siempre sale de forma natural, ya que sabemos que es un tema muy sensible y actuamos siempre con el corazón.
Quería decir que aparte de vivir estos momentos de transición como trabajadora, también lo he hecho como familiar, ya que mi abuela estuvo en mi residencia, y en ese momento valoré aún más toda su tarea, cuidando la a ella, y acompañándonos en todo momento.
¿Cómo trabaja el acompañamiento final y el bienestar de la persona?
Se trabaja mucho a partir de sus deseos, gustos, preferencias, o sus últimas voluntades , que es un documento donde las personas expresan cómo quieren vivir en estos últimos momentos, respetando en todo momento lo que ellas quieren.
En caso de que nos encontremos con una persona con deterioro muy avanzado donde no dispongamos de esta guía, actuamos en base a toda la información que hemos podido recoger por parte de la familia, o del conocimiento del equipo por el tiempo que ha vivido en centro. Pensemos siempre en su bienestar general, velando para que no se sientan solas, y sobre todo que no experimenten ningún malestar físico ni emocional. En caso de que esto se produzca, busquemos la ayuda profesional necesaria para poder aliviarlo, por ejemplo en el equipo de enfermería, los médicos o los equipos de atención psicológica EAPS.
La idea es ofrecer seguridad, confort y acompañamiento. Nuestra filosofía es trabajar en equipo para dignificar estos últimos momentos.
Y después de la muerte, ¿cómo se trata el momento con la familia?
Cuando el o la residente muere, estamos con ellos para darles el pésame y el apoyo que necesitan, respetando en todo momento la intimidad. Actualmente, también ofrecemos a las familias durante todo el proceso la ayuda profesional del equipo especializado del EAPS, los Equipos de Atención Psicosocial , impulsados por la Fundación la Caixa.
Otra iniciativa que estamos trabajando es el Librito de pésame , donde todo el equipo de profesionales y los residentes pueden escribir unas palabras de despedida, que la familia puede guardar como recuerdo y ver lo que ha significado esa persona para todos nosotros. Se recibe de forma muy positiva, porque transmite la idea de saber que aquí, en la residencia, la persona muere en su casa, rodeada de las personas con las que ha convivido y la han cuidado en los últimos tiempos.
Se trata de procesos muy sensibles, ¿cómo te sientes tú en estas situaciones?
Se dice que con el tiempo te vuelves más insensible, pero yo, después de tantos años trabajando con la gente mayor y atendiendo al final de vida, diría que soy más sensible, supongo que por el vínculo que estableces con los residentes y la familia.
Además, el haber pasado una época tan dura la COVID-19 me impactó mucho, viendo cómo tanta gente mayor y vulnerable nos dejaba por culpa de la pandemia. En algunos momentos los familiares no podían venir al centro, ya mí me salía de dentro estar junto a las personas residentes, acompañándolas en sus últimos momentos para que no se sintieran solas en ningún momento.
¿Qué aprendizajes te llevas a trabajar con personas mayores, y especialmente de estos procesos?
Me llevo la satisfacción de saber que tanto yo como todo el equipo de auxiliares trabajamos día a día con el objetivo de cuidar y mantener la calidad de vida de las personas residentes. También creo que hay que destacar la sabiduría de las personas mayores. El valor de escucharlas para aprender de todo lo que han vivido, que es muy distinto a la vida de ahora.
Del proceso de fin de vida me llevo la importancia de poder despedirte de tus seres queridos antes de la muerte, y sobre todo de vivir la vida hasta el último momento, haciendo lo que más te gusta y disfrutando al máximo de las cosas.
¿Crees que visibilizar estos procesos puede ayudarnos como sociedad a naturalizar la muerte, y conectar más con las personas en las etapas finales?
Creo que la muerte es todavía un tabú, y que quizá normalizarla desde la infancia haría que se empiece a integrar de una manera más natural. Podríamos aprender mucho de otras culturas, viendo la naturalidad con la que tratan a la muerte, y que incluso se celebra o se despiden de una forma alegre.
Esto nos hace ver que la forma de entender y vivir la muerte es cultural. Lo que no cambia es la necesidad humana de los cuidados y el acompañamiento en el final de vida.
¿Te gustaría añadir algo más?
Me gustaría terminar agradeciendo el trabajo y el compromiso de todo mi equipo de auxiliares. En el día a día quizá no les digo lo suficiente, pero estoy muy orgullosa de todo su trabajo y de cómo actúan en estos momentos, con corazón, cuidadosamente y haciendo que todas las personas tengan el máximo confort y bienestar posible.
¡Gracias, Dana, por tu sensibilidad, profesionalidad, y disposición al acompañamiento!
Dana Rodríguez Navidad
Coordinadora de auxiliares
Residencia Font Florida
93 380 09 70