Cómo elegir residencia para personas mayores: consejos y recomendaciones para tomar la mejor decisión

Elegir residencia para personas mayores: consejos y recomendaciones.

Elegir una residencia para nuestros familiares suele ser una decisión difícil y emotiva. Aparte de las reticencias de muchas personas a la hora de abandonar el hogar, sus familias atraviesan también emociones complejas. Sin embargo, a menudo es la mejor opción para que tanto la persona como la familia tengan la mejor calidad de vida posible. ¿Qué debe tener una buena residencia para personas mayores? ¿En qué debemos fijarnos? Para ayudarle con estas y otras dudas, hemos elaborado una lista de criterios para tener en cuenta a la hora de elegir una residencia. Y también, algunos consejos y recomendaciones para que tome la mejor decisión.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de echar una residencia para personas mayores?

  1. La ubicación , aunque no lo parezca, es un aspecto muy importante. Busque una residencia que esté convenientemente situada cerca de su domicilio o de otros familiares. De esta forma, se facilitan las visitas y se mantiene el contacto con la familia y los amigos. Que esté bien comunicado, sobre todo mediante transporte público, y en un entorno urbano también ayuda a la hora de hacer más fáciles las visitas y poder participar en la comunidad.
  1. Las instalaciones y los servicios : una buena residencia para personas mayores debe ofrecer una atención y servicios adecuados a sus necesidades. Asegúrese de que disponga de instalaciones adecuadas, como habitaciones cómodas y confortables, y que sean accesibles para personas con movilidad reducida. También es importante que haya áreas comunes acogedoras y que tenga cocina propia que ofrezca comidas caseras y nutritivas, adaptadas a los requerimientos dietéticos específicos que puedan tener los residentes.
  1. El personal . La asistencia sanitaria en una residencia de ancianos es básica. Por eso, es importante que verifique que la que elija cuenta con un equipo de servicios médicos y de enfermería profesionales. Un equipo técnico de fisioterapeutas y de atención psicológica también es un factor clave a tener en cuenta. Por otro lado, mire que la plantilla sea fija y haya poca rotación para asegurar que quien trabaja tiene un buen conocimiento de los residentes. 
  1. El modelo de atención. Conocer el modelo de atención de una residencia para personas mayores es esencial para saber si su forma de cuidar se alinea con nuestras expectativas y nuestros valores. Por ejemplo, será importante preguntar si se promueve la autonomía de la persona o si se realizan contenciones físicas. En Grup Mutuam trabajamos según la ACP, un modelo asistencial que pone a las personas en el centro y tiene en cuenta su individualidad. También estamos comprometidos con la “Norma Libera care” impulsada por la Fundación Cuidados Dignos, que aboga por eliminar las sujeciones. 
  1. El coste y el modelo de contrato : aparte de conocer el coste y el modelo de contrato que se va a firmar, es recomendable preguntar si la residencia, aunque sea privada, dispone de plazas con financiación pública, llamadas concertadas o colaboradoras. También debe tenerse en cuenta si hay lista de espera y si se pueden pedir ayudas de la ley de dependencia como la prestación económica vinculada al servicio , que se otorga en determinados casos en los que la persona no puede acceder a una plaza pública o concertada por falta de disponibilidad. 
  1. Las actividades que ofrecen deben ser adecuadas a las necesidades e intereses de las personas mayores y adaptadas a las diferentes tipologías de residentes. Le recomendamos que pregunte y eche un vistazo a los espacios comunes y al plan actividades que se lleva a cabo. 
  1. La higiene y la seguridad son dos aspectos fundamentales y básicos a la hora de elegir una residencia para personas mayores. Compruebe que adopta todas las medidas de higiene y protección adecuadas para garantizar la salud y la seguridad de los residentes. En Grup Mutuam, por ejemplo contamos con comisiones y grupos de trabajo de profesionales específicamente dedicados a velar por su seguridad. 
  1. La privacidad es un aspecto fundamental de nuestro día a día. Por eso, disponer de áreas tranquilas donde la persona pueda tener privacidad con las visitas, dentro de lo posible, es un factor que debemos considerar.
  1. Unos horarios de visita flexibles , que permitan la entrada y la salida libres, ir a comer o irse de fin de semana o de vacaciones son un factor clave. Ayudan a mantener la autonomía y relaciones con su entorno. 
  1. La personalización del espacio

    con objetos y muebles propios es una de las formas que tenemos en Grup Mutuam de ofrecer una atención centrada en la persona y mejorar su acogida. Por eso, es necesario conocer si existe esta posibilidad para asegurar que los residentes mantengan el vínculo con el hogar.

Los centros de Grupo Mutuam

Es importante comprender que optar por una residencia para personas mayores no implica abandonar a nuestro ser querido sino todo lo contrario. En muchos casos, es la mejor opción para garantizar su bienestar y asegurarnos de que recibirá atención especializada y constante, además de actividades de ocio adaptadas a sus necesidades . El hecho de que la familia no tenga que asumir todas las tareas de cuidado también hará que pueda dedicarle más tiempo de calidad a compartir momentos especiales con la persona. Grupo Mutuam cuenta con 11 equipamientos residenciales en las provincias de Barcelona y Tarragona entre los propios y los de la Generalidad de Cataluña que gestiona. En todos ellos se pueden realizar estancias indefinidas o temporales según las necesidades de cada persona. Todas las residencias para personas mayores del Grupo disponen de personal calificado que ofrece no sólo atención sanitaria, sino también empatía y proximidad. Y es que nuestro modelo residencial va más allá de ofrecer cuidados y servicios sanitarios. En Grup Mutuam velamos por la dignidad y el respeto hacia los hábitos de cada residente. Por eso, realizamos conjuntamente con cada persona usuaria un Plan de atención individual . En él, recogemos sus gustos, preferencias e historia de vida para hacer una buena acogida desde el día del ingreso y que así se sienta como en casa. Y es que, para nosotros, la mejor asistencia es la que contempla tanto las necesidades de las personas como su singularidad . Elegir residencia para personas mayores: consejos y recomendaciones

Elegir bien por su tranquilidad y su vuestra

En las residencias de Grup Mutuam, además de cuidar de las personas nos ocupamos de fomentar su autonomía, la socialización y de respetar su proyecto vital . Porque queremos que las familias se queden tranquilas sabiendo que sus padres, madres, abuelos y abuelas están en las mejores manos, ponemos a su alcance el Servicio de Orientación Social , que le ayudará a encontrar el recurso más adecuado para su caso. Al final, lo más importante para nosotros es que usuarios y familias tome la decisión que le aporte seguridad y calidad de vida a ambos. Con la colaboración de Silvia Aguerri (Servicio de Orientación Social); Dolor Cabré (Directora del Centro Asistencial Mutuam La Creueta) y Montse Camprubí (Directora del Centro Residencial Mutuam Manresa) Nuestro Servicio de Orientación Social está disponible para asesorarle y apoyarle. No dude en llamar al 933 800 970 para obtener información adicional y resolver cualquier inquietud que pueda tener.

El cuidado de las personas mayores en verano: servicios y soluciones para unas vacaciones tranquilas

La cura de persones grans a l’estiu: vacances amb gent gran

Cuidar a las personas mayores de nuestra familia es una tarea que requiere dedicación durante todo el año . Sin embargo, determinadas épocas presentan retos específicos a abordar. Es el caso del verano cuando la llegada de las deseadas y esperadas vacaciones puede suponer también un esfuerzo de planificación extra para muchas familias. Por suerte, cada vez existen más recursos que facilitan el cuidado de las personas mayores en verano y más soluciones para garantizar unas vacaciones accesibles para todos.

Así, si ahora que se acerca el verano, se pregunte cómo puede seguir proporcionando la mejor atención a sus padres, madres, abuelos o abuelas durante las vacaciones, debe saber que hay varias opciones a su alcance. Dependiendo de la situación familiar en la que se encuentre, si se va de vacaciones, puede optar por estancias temporales en apartamentos con servicios o en residencias para personas mayores. También puede decantarse por contratar a un cuidador o cuidadora a domicilio .

Por otra parte, si el estado de salud de la persona mayor lo permite, podemos viajar en familia para disfrutar del verano todos juntos. En este caso, deberemos tener en cuenta algunas recomendaciones para seguir velando por su salud y su bienestar fuera del domicilio habitual . Hablamos a continuación.

De vacaciones con personas mayores: ¿qué no puede faltar en la maleta?

La época estival es un buen momento para que abuelos y abuelas pasen tiempo de calidad con su familia y disfruten de su compañía. Así, es posible que, si dispone de una segunda residencia, tenga pensado ir a pasar unos días o, por otro lado, puede que se esté planteado alquilar un apartamento turístico. Antes de viajar con personas mayores , sin embargo, deberemos asegurarnos de que nos llevamos todo lo que podamos necesitar ante cualquier incidencia . En concreto, no podemos olvidar:

  • La tarjeta sanitaria .
  • La medicación habitual y el plan de administración.
  • Botiquín con lo indispensable para tratar afecciones o heridas leves típicas de la vida cotidiana: analgésicos, antitérmicos, producto para las quemaduras, producto para las picaduras, alcohol etílico, gasas estériles, tiritas, etc.
  • Dispositivo de teleasistencia móvil o pulsera de emergencia en caso de que se tenga (si procede, habrá que gestionar el cambio de domicilio con la central de alarmas).
  • Números de teléfono o direcciones de correo electrónico de contacto de los profesionales sanitarios de referencia: CAP, mutua sanitaria, etc.

Además, es aconsejable tener al alcance un tensiómetro . El calor afecta a la presión arterial y también lo hacen algunos medicamentos que suelen tomar las personas mayores. Por eso, en verano, aunque estemos de vacaciones, es especialmente recomendable medirla periódicamente para controlar cualquier anomalía.

En cuanto a los desplazamientos en coche , podemos utilizar algunos gadgets para hacerlos más cómodos . Algunos son muy fáciles de instalar, como un asidero o una almohada giratoria para facilitar entrar y salir del vehículo. Por su parte, las almohadas lumbares y cervicales ayudarán a evitar dolores musculares .

Vivienda adaptada para unas vacaciones accesibles

Si tenemos personas mayores o con movilidad reducida a nuestro cargo, lo más probable es que ya hayamos adaptado la vivienda a sus necesidades. Pero, ¿qué pasa cuando nos vamos de vacaciones? Aparte de tener en cuenta todas las pautas que hemos mencionado hasta ahora, a la hora de elegir un alojamiento para nuestras vacaciones en familia, debemos fijarnos en que esté adaptado para personas mayores o con movilidad reducida para garantizar, así, unas vacaciones accesibles para todos.

Por otra parte, si tenemos una segunda residencia donde ir a pasar las vacaciones, tendremos que adaptarla para que las personas mayores puedan disfrutar de una estancia cómoda y segura . No es necesario realizar grandes cambios ni reformas, sino que siguiendo unas sencillas recomendaciones podrá seguir cuidando a las personas mayores en verano en su casa de vacaciones:

  • Evita el uso de alfombras o moquetas desajustadas ya que es fácil tropezar con ellas.
  • Deja luces a pilas que brillen en la oscuridad para que se puedan detectar fácilmente de noche. También puedes poner luces LED con sensor de movimiento para que se enciendan automáticamente a nuestro paso. Todas estas luces son muy fáciles de instalar y no requieren el uso de ninguna herramienta.
  • Utiliza un organizador de cables para dejarlos bien recogidos y que no causen tropiezos.
  • No tengas objetos y muebles que dificulten el paso y puedan provocar caídas.
  • Deja todo aquello que la persona mayor pueda necesitar al alcance de la mano , especialmente los medicamentos y el botiquín.
  • En caso de que la vivienda disponga de varios niveles, sitúa la habitación de la persona en la planta baja .
  • El plato de ducha es preferible en la bañera. Tanto si tienes uno como otro, poner un asiento, adhesivos o alfombras antideslizantes y barras de sujeción . Estas últimas también deberían estar junto al inodoro.

El Servicio de Orientación Social de Mutuam, una ayuda de confianza para preparar las vacaciones con personas mayores

A lo largo de este artículo hemos visto algunos consejos a tener en cuenta a la hora de planear unas vacaciones en familia con personas mayores. También le hemos recomendado algunos artículos que vale la pena tener si desea que tanto el viaje como la estancia se adapten mejor a sus necesidades. Somos conscientes de que, en ocasiones, puede ser difícil elegir, entre toda la ayuda disponible, cuál es la más adecuada para nuestras circunstancias personales. Por todo ello, Mutuam ofrece el Servicio de Orientación Social , que proporciona asesoramiento y apoyo en relación a cualquier tema vinculado con el cuidado de las personas mayores o dependientes. Un equipo profesional especializado le atenderá, por teléfono o presencialmente , y resolverá las dudas que pueda tener sobre qué es lo mejor que puede hacer para su familiar.

El abanico de asuntos con los que pueden asistirle es amplio. En el caso de las vacaciones de verano, por ejemplo, le explicarán dónde encontrar un servicio de ayuda domiciliaria de calidad y confianza que sustituya de manera puntual lo que tiene habitualmente, o qué opciones tiene si tiene que viajar y no puede cuidar de su familiar mientras esté fuera. Así, si necesita un recurso residencial temporal o un cuidador o cuidadora por unos días de verano, le orientarán y le derivarán al servicio más adecuado, tanto si lo podemos proporcionar desde el Grupo Mutuam , como si es necesario ajeno.

El Servicio de Orientación Social también atenderá otras inquietudes que pueden aparecer ante una situación de fragilidad y le aportará tranquilidad y seguridad. Para acceder, sólo tiene que llamar y explicar su caso; el equipo le escuchará con empatía y le dará una respuesta a medida , poniendo a su alcance todos sus conocimientos sobre el mundo de la dependencia.

Contacta con el Servicio de Orientación Social del Grupo Mutuam , soluciones de confianza para la gente mayor. Contacto Servicio de Orientación Social 93 380 09 70

Viajes y seniors: recomendaciones para vivir una experiencia inolvidable

Viatges i sèniors, recomanacions per a una experiència inoblidable

Descubrir el mundo es un gran placer que comparten personas de todas las edades. Sin embargo, con el tiempo, la forma de viajar, las preferencias y las necesidades cambian. Hacerse mayor no significa quedarse en casa ni dejar de hacer las cosas que gustan. Ya sea con escapadas de fin de semana, pequeñas excursiones o viajes más largos, viajar puede ser una experiencia inolvidable a cualquier edad. A continuación os compartimos una serie de recomendaciones para seniors inquietos que quieran continuar disfrutando de esta afición.

Propuestas suaves, inclusivas y personalizadas para seniors

En primer lugar, se aconseja participar en actividades con ritmos ligeros y adecuadas a las necesidades de los seniors. Es importante que las propuestas sean individualizadas, pensadas en los perfiles de las personas usuarias, y que combinen diversas temáticas : cultura, naturaleza y gastronomía.

Las predilecciones y las prioridades de las personas mayores deben ser la esencia de las actividades. En todo momento, deben tener sus gustos muy en cuenta y organizar los viajes en función de estos. De esta forma, se conseguirá una buena acogida y unos grados elevados de satisfacción.

Soporte constante y creación de vínculos

Del mismo modo, un punto clave es contar con personas de referencia que les acompañen y apoyen a lo largo de toda la experiencia. Desde el primer momento, las personas mayores deben sentirse acogidas y seguras. Así pues, es necesario potenciar una relación de proximidad y de confianza.

Asimismo, se aconseja apostar por propuestas que intenten promover la creación de vínculos entre las personas participantes. Construir a una pequeña familia viajera debe ser un motivo de peso para formar parte de las actividades programadas. A menudo, los seniors activos buscan planes para disfrutar de la oferta cultural y de ocio de sus respectivas ciudades y pueblos, pero a la vez buscan relacionarse con el entorno, conocer personas nuevas, interactuar, compartir, hablar y huir de la soledad. Las escapadas o excursiones en grupo son excelentes para ese propósito.

Planificación al por menor y seguridad

También, se recomienda que exista una programación detallada de todas las actividades previstas, así como que éstas se adecuen a la estacionalidad ya las condiciones meteorológicas del momento.

Por último, existe el hecho de proporcionar consejos y asesoramiento con los preparativos del viaje, como, por ejemplo, el tipo de equipaje, la ropa, el clima, los horarios o las comidas. En esta línea, durante los viajes, es necesario tener especialmente a mano los seguros de salud y de cancelaciones.

Mutuam Activa, viajes a medida para seniors

Por todo ello, los viajes organizados son una gran opción para las personas mayores. En este sentido, antes de contratar una escapada o salida es importante saber que la entidad que la ofrece es de confianza y que tiene una trayectoria detrás que le avala.

Mutuam Activa, el servicio de viajes, ocio y ocio del Grupo Mutuam, surgió hace cerca de treinta años con la voluntad de fomentar el envejecimiento activo y la socialización de las personas mayores activas para mejorar su bienestar físico, psíquico y cognitivo. Después de tantos años, conoce muy bien cómo viajar por el mundo con personas senior y, cada trimestre, unas trescientas personas participan en las diversas actividades que organiza. En concreto, se programan ocho o diez propuestas trimestrales, como matinales por la ciudad de Barcelona, excursiones de un día por Cataluña y viajes nacionales e internacionales de tres a seis días por el Estado y Europa.

Escapadas a La Rioja y Tirol, excursiones a la Cerdanya o salidas para descubrir lugares de Barcelona como el Jardín Botánico o el barrio del Guinardó son algunas de las próximas propuestas de Mutuam Activa.

Habitualmente, las actividades cuentan con el acompañamiento de la persona responsable del servicio Mutuam Activa, un guía de la agencia de viajes y, en algunas ocasiones, también de un guía local. El objetivo de la exitosa iniciativa es que la persona se olvide de planificar y organizar y se centre en disfrutar de la experiencia.

Si quieres disponer de una programación de actividades adecuada a la edad senior para disfrutar de tu tiempo libre con todas las comodidades y atenciones, debes conocer la propuesta de Mutuam Activa, un servicio experto en ocio y ocio cultural para personas mayores activa. Descubre la programación de viajes y salidas para esta primavera aquí .

6 recomendaciones para cuidar a una persona con movilidad reducida

Mobilitat Reduïda

Cuidar a una persona con movilidad reducida puede ser una tarea compleja y exigente, pero también gratificante. Hay que tener en cuenta que es una situación en la que muchos de nosotros nos encontraremos en algún momento de nuestra vida. Cuando esto ocurre, es normal sentir impotencia o que la responsabilidad nos sobrepase. No debemos olvidar que, a menudo, la persona encargada de los cuidados suele tener un fuerte vínculo afectivo con la persona cuidada y que, al estrés del cambio de rutina, se suma el componente emocional. Sin embargo, siguiendo una serie de recomendaciones, consejos y trucos, podemos llevar a cabo las tareas de cuidado de manera sencilla y eficaz mientras cuidamos, a su vez, nuestra salud física y mental.

A continuación, presentamos algunas recomendaciones para ayudar a familias y personas cuidadoras no profesionales a cuidar mejor pacientes con movilidad reducida.

No todas las personas con movilidad reducida son iguales

Ante todo, es importante entender que cada persona es diferente y que la manera de abordar sus necesidades variará según su estado de salud. Por ejemplo, las necesidades de una persona con demencia pueden ser distintas a las de una que ha sufrido un accidente cerebral. De la misma forma, no es lo mismo tratar con una persona joven que con una persona mayor o con un caso temporal y reversible. Hay un gran número de causas que pueden llevar a una persona a verse en situación de dependencia. Conocer bien cuál es la problemática, cómo se manifiesta y qué necesidades de apoyo requiere será vital para poder atender a las necesidades.

Por otra parte, la personalidad de cada individuo también jugará un papel clave. Algunos tienen más reticencia en recibir ayuda. Otros necesitarán más acompañamiento emocional o querrán que las cosas se hagan de una forma determinada.

Comunicación, comunicación y más comunicación

Una de las cosas más importantes a la hora de cuidar a una persona con movilidad reducida es mantener una comunicación clara y efectiva con ella. Esto significa que, siempre que el estado de salud de la persona lo permita, lo mejor será hablar con ella y preguntarle directamente qué necesidades tiene y cómo prefiere que le ayuden. Cuando la persona se siente implicada en el proceso de cuidado, es más probable que coopere y se mantenga positiva. Hay que tener presente que estar en una situación invalidante puede llegar a ser muy frustrante. A menudo, lo mejor que se puede hacer para que la persona se sienta mejor es simplemente escucharla y tener empatía con ella.

Una buena comunicación también facilitará tareas complejas y delicadas de realizar como las movilizaciones. En este sentido, explicar a la persona los pasos y movimientos que se harán y hacerla partícipe del proceso será clave para evitar hacerle daño ni hacernos nosotros.

La higiene postural y las movilizaciones

La movilidad es otro aspecto esencial del cuidado de una persona con movilidad reducida. Hay que ayudarla a desplazarse ya realizar movimientos y cambios de posición periódicos y asegurarse de que lo hace con seguridad y sin dolor. Las movilizaciones son físicamente exigentes. Por este motivo, tener una postura y una técnica correcta será clave para evitar lesiones tanto a la persona que cuida como a la que es cuidada.

En primer lugar, es muy importante tener en cuenta que nunca debemos mover a nuestro familiar sin la ayuda de un elemento de soporte técnico, sea una grúa o un andador. Después, debemos tener muy claro cuál es la maniobra que queremos realizar y realizarla con seguridad. Por eso, va muy bien preguntarse cómo será el movimiento que debemos hacer, si es alcanzable para la persona y con qué dificultades se puede encontrar.

Por último, deberemos colocar nuestro cuerpo en la posición correcta para llevar a cabo la movilización. Deberemos flexionar ligeramente las rodillas y mantener las piernas fuertes, pero no rígidas, buscando la estabilidad del cuerpo. La espalda deberá estar recta en todo momento. Es crucial no hacer fuerza con la espalda, sino ayudarnos de las piernas para levantar a la persona.

Diálogo constante

Aparte de una buena higiene postural, también es muy importante hablar con el paciente antes de iniciar la movilización. Así, explicarle cómo nos vamos a mover, qué fuerza aplicaremos y qué puede hacer él o ella para ayudarnos a llevar a cabo el movimiento, contribuirá a que el proceso sea más fácil.

Hacer movilizaciones o cambios posturales periódicos, al menos cada 3-4 horas, o más a menudo dependiendo del caso, es esencial a la hora de evitar los riesgos para la salud que comporta estar demasiado rato en la misma postura. Uno de estos riesgos es la aparición de úlceras por presión, una lesión de la piel causada por la presión prolongada contra una superficie exterior, aunque ésta sea blanda. Mantener la piel limpia, seca y bien hidratada también ayudará a evitar ese tipo de lesiones. Y, si es necesario, también se pueden utilizar colchones y almohadas especiales.

El mantenimiento de la autonomía en una persona con movilidad reducida

Por lo general, las personas en situación de dependencia necesitan apoyo en los ámbitos de la higiene, la alimentación y la movilidad. Se debe buscar que la persona viva en las mejores condiciones posibles y esto, en muchos casos, también incluye realizar actividades de ocio.

Es importante proporcionar a la persona oportunidades para disfrutar de su tiempo libre y realizar actividades que le gusten. Realizar actividades cotidianas ayuda mucho a la persona a mantenerse positiva ya sentirse más independiente.

Precisamente, la promoción de la autonomía debería ser una prioridad a la hora de enfocar la atención al paciente. Es fundamental que, mientras puedan, se hagan las cosas ellos mismos, aunque sean acciones aparentemente muy sencillas, como ponerse el pantalón o lavarse parte del cuerpo. Si no llegan solos, llegarán con ayuda de la persona cuidadora. Es un trabajo en equipo.

Los soportes técnicos

Hay una gran variedad de soportes técnicos disponibles para ayudar a las personas con movilidad reducida en su día a día. Estos dispositivos, como las sillas de ruedas, los andadores o las grúas, favorecen la comodidad del paciente y, al mismo tiempo, facilitan la labor de la persona que lo cuida.

Conocerlos nos permitirá seleccionar los que mejor se adapten a las necesidades de la persona. Por ejemplo, las grúas son especialmente útiles en pacientes que carecen de ningún tipo de movilidad. Mientras que para utilizar discos giratorios de transferencia, deberemos asegurarnos de que la persona puede apoyarse sobre los pies y mantener esta postura.

Saber cuándo pedir ayuda

Aunque seguimos todas estas indicaciones, es normal no saber cómo actuar en ciertos momentos, especialmente si la situación de dependencia se ha dado de repente y no hemos tenido ocasión de prepararnos. En casos así, es recomendable contar con el soporte de una persona con formación y experiencia profesionales. La atención domiciliaria, como la que ofrece el Grupo Mutuam con el servicio Mutuam en Casa , nos ayudará no sólo a descargarnos de trabajo. También, nos proporcionará la tranquilidad de saber que contamos con una persona de confianza que atenderá tanto a las inquietudes de la persona cuidada como a las de su familia.

Las personas cercanas al paciente a menudo se sienten perdidas o desbordadas y agradecen mucho una guía profesional que les indique cómo proceder en determinadas situaciones. Si la persona que cuida en casa es como una muleta para el paciente, el profesional de la atención domiciliaria actúa como un apoyo tanto para la persona con movilidad reducida como para la que cuida de ella.

*La fotografía ha sido cedida por la UEN (Unidad de Estimulación Neurológica).

Un hogar adaptado a ti: recomendaciones para una vivienda accesible y segura

Vivienda adaptada

Conseguir un hogar adaptado a nuestras necesidades es un proceso continuo que tiene como objetivo hacernos la vida más fácil y confortable . Así, cuando nos hacemos mayores y surgen dificultades derivadas de las limitaciones de movilidad o de las pérdidas cognitivas, nos conviene una vivienda accesible y segura para garantizar, no sólo nuestra calidad de vida, sino incluso la autonomía personal.

Ser independientes a la hora de realizar las actividades cotidianas es clave para vivir bien. Por eso, cuando envejecemos, debemos avanzar hacia una adaptación del hogar basada, por un lado, en la eliminación de barreras arquitectónicas y, por otro, en la incorporación de elementos de apoyo.

Vivienda accesible

Uno de los problemas que afecta más a la calidad de vida de las personas mayores es el de las limitaciones de movilidad. En este sentido, es esencial convertir las casas en espacios accesibles para personas que se desplazan en silla de ruedas o con muletas. Esto significa, para empezar, que los pasillos y puertas deben tener una anchura mínima de 90 cm para facilitar su paso. Además, si hay escaleras, ya sea en casa o en el edificio, seguramente deberemos colocar rampas o algún tipo de plataforma o silla salvaescaleras.

Otra intervención fundamental cuando existe movilidad reducida es la instalación de barras o pasamanos en los pasillos para evitar caídas y facilitar los desplazamientos entre estancias. También mejoraremos la seguridad si ponemos interruptores de la luz en cada extremo.

El baño, una estancia crítica

Por las acciones que allí llevamos a cabo, por la humedad y por las dimensiones reducidas que suele tener, el baño es el espacio de la casa más crítico en cuanto a seguridad. Al mismo tiempo, es donde hacemos la higiene personal, una actividad para la que preferimos no buscar apoyo y tener intimidad. Todo ello hace que tengamos que prestar especial atención a algunos aspectos de esta estancia si queremos disfrutar de un hogar adaptado.

  • En caso de que reformemos el baño, si es posible, es mejor dejar espacio libre para desplazamientos y giros.
  • Si tenemos una bañera, lo mejor sería sustituirla por una ducha a ras de suelo, mucho más accesible.
  • Tanto si tenemos bañera como ducha, es muy recomendable colocar alfombras antideslizantes, asideros e incluso un asiento.
  • En cuanto al inodoro, también podemos poner barras y/o elevadores que hagan más fácil sentarse y levantarse.
  • Existen peines y cepillos de ducha con los mangos largos que nos ayudan a ser autónomos cuando no tenemos mucha movilidad.

Cocinas sin accidentes

Tanto las limitaciones de movilidad como el deterioro cognitivo aumentan el riesgo de sufrir accidentes en la cocina. No obstante, algunas modificaciones del mobiliario y una adecuada gestión de los enseres mejorarán la situación.

  • Procura que los armarios no sean muy altos para poder acceder mejor.
  • Si puedes, opta por una cocina de inducción, puesto que no sólo es más fácil de limpiar, sino que es la más segura, porque se apagan solas cuando no hay una sartén encima.
  • Sitúa los utensilios y objetos de uso habitual en los lugares más accesibles.
  • Ten en cuenta que existen mostradores con altura regulable que nos permiten salvar las dificultades motrices.

Suelos seguros y gadgets adaptados

Aparte del baño y la cocina, hay aspectos generales que debemos tener en cuenta para todo el hogar. Por un lado, para ahorrarnos caídas y tropiezos, es mejor no tener alfombras ni obstáculos -como pequeños muebles o calefactores portátiles- y evitar los suelos en los que es fácil resbalar. Por otro lado, debemos procurar que haya una buena iluminación. En este sentido, es importante disponer de un interruptor cerca de la cama para no levantarnos nunca a oscuras.

Además, frente a una situación de deterioro cognitivo, es clave rodearnos de aparatos que nos ofrezcan comodidad y, sobre todo, seguridad. Por ejemplo, los amplificadores de timbres o los mandos a distancia y los teléfonos con los números grandes.

Ayudas y asesoramiento profesional

Como veis, para disfrutar de un hogar adaptado a nuestras necesidades hay mejoras que se pueden conseguir a un bajo coste y modificaciones que requieren una mayor inversión. Así mismo, hay que tener en cuenta que las personas que tienen una discapacidad reconocida del 33% o más pueden solicitar una ayuda económica para hacer su hogar accesible.

La adaptación del hogar requiere un estudio previo para identificar cuáles son las necesidades de la persona o personas que viven en ella. Este trabajo debe llevarlo a cabo un equipo profesional multidisciplinar, que idealmente deberían integrar arquitectos, constructores, fisioterapeutas, pedagogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales.

Si tienéis claro que queréis vivir en vuestra casa tanto tiempo como sea posible, pero no sabéis por dónde empezar a hacer vuestra vivienda accesible, podéis poneros en contacto con el Servicio de Orientación Social del Grupo Mutuam. Sus profesionales os dirigirán a servicios especializados de confianza.