Cómo trabaja el servicio de psicología de un centro residencial del Grupo Mutuam

En el cuidado integral de las personas mayores, el servicio de psicología de las residencias de personas mayores desempeña un papel fundamental. Los y las profesionales que lo integran cuidan, no sólo del bienestar emocional de los y las residentes, sino también de apoyar a las familias. Ya sea para contener emocionalmente o para ayudar en la gestión de los cambios y los duelos, el equipo de psicología es un componente clave de la atención sanitaria. Ana M. Rubio y Fernanda Farnós, psicólogas del Centro Asistencial Mutuam la Creueta y de la Residencia Vila-seca , respectivamente, nos explican cómo trabaja una psicóloga en el ámbito residencial.

¿Qué hacen los profesionales de la psicología en las residencias?

En un entorno residencial para personas mayores, el servicio de psicología desempeña un papel crucial. El objetivo principal es, inicialmente, acompañar a las personas en el proceso de adaptación . También presta actividades de estimulación cognitiva para mantener sus capacidades de atención, concentración y memoria. Pero lo que más valoran los residentes es la psicoterapia individualizada . «Sentirse escuchados y comprendidos, charlar sobre sus inquietudes y darles la importancia que ellos consideran» dice Fernanda.

Desde el servicio de psicología, se valora de la forma más completa posible a la persona, conociendo sus capacidades, necesidades, deseos, etc. “Se trata de encontrar la forma de mantener lo máximo posible estas capacidades y de ayudarlas a seguir con su proyecto vital», explica Ana M. Rubio.

Acompañamiento antes y durante

Tanto durante el proceso de ingreso en una residencia como durante la estancia, las personas mayores que acceden a ella necesitan asistencia. Es necesario un acompañamiento emocional constante y una observación permanente de la persona que permita al servicio de psicología adelantarse y adaptarse a sus necesidades.

Ana comparte un caso especial de una paciente sociosanitaria que, por diferentes motivos, no podía regresar al domicilio y requería un ingreso en la residencia. Se realizó un acompañamiento para poder trabajar la aceptación del ingreso de carácter definitivo. “Gracias a este apoyo, se adaptó con facilidad y disfrutó desde el primer momento de los compañeros y actividades del centro. Se mostró muy sociable, participativa y con una importante necesidad de compartir su historia vital. A pesar de carecer de estudios, siempre mostró inquietudes artísticas, como costurera, escritora y pintora.

Uno de sus recuerdos más especiales fue una exposición de pintura que ya hizo de adulta gracias a La Caixa. No pudimos conseguir los originales, pero sí que tenía varias fotografías. Así, las ampliamos y colgamos en el pasillo para montar una «exposición» en la que mostró y explicó sus obras a sus compañeros. Su cuadro favorito sigue colgado en la sala”.

¿Cómo se adapta la psicología a las necesidades de las personas mayores?

«La adaptación de las estrategias y los enfoques va en función de la persona y, sobre todo, de su historia de vida», apunta Fernanda. Y es que, como también señala Ana, “cada persona es diferente y, por eso, nos adaptamos a las necesidades de la persona y de su familia” . Y no sólo eso, sino que nos acomodamos también a los cambios que se van sucediendo . Todos cambiamos y nos readaptamos constantemente”.

La gran cantidad de residentes con deterioro cognitivo lleva al servicio de psicología a buscar y utilizar estrategias y aproximaciones diferentes casi a diario. Porque «lo que hoy ha funcionado para hacer contención emocional y calmar el estado de un paciente con ansiedad es posible que mañana no funcione». Por este motivo, adaptarse es la única forma de ofrecer la asistencia individual y de calidad que se busca dar.

La importancia del modelo ACP en el enfoque psicológico

El modelo de atención centrada en la persona busca armonizar la organización con las preferencias y deseos de las personas mayores. Esto supone un trabajo de información e investigación profundas para conocer lo que desea, interesa o necesita a cada residente para encontrarse bien.

En este sentido, el personal de la psicología es crucial en el proceso de cambio para hacerles sentir, literalmente, como en casa. Esto se logra, por un lado, dejando que traigan muebles, cuadros o detalles que tenían en su domicilio para poder sentirse más cercanos con su mobiliario. Y por otra, llevando a cabo actividades dirigidas por la psicóloga o educadora social que les acerquen a lo que hacían anteriormente . Nos referimos a talleres de cocina, talleres de jardinería, salidas por el pueblo, en el mercado municipal, etc.

Como señala Ana, “debemos ser lo más flexibles posible, y estar dispuestos a aprender de cada persona que conocemos. Y practicar las actitudes básicas de un terapeuta, como proponía Carl Rogers: autenticidad, aceptación incondicional y empatía, pilares básicos de la ACP.”

Atención psicológica también para las familias

Tanto el proceso de ingreso de un familiar como su deterioro cognitivo, en los casos en que se da, son procesos emocionalmente desafiantes por las familias. Para ayudar a transitar esta situación, el equipo de psicología les ofrece distintas herramientas.

Por un lado, existen los grupos de ayuda mutua (GAM). En estos grupos, los profesionales se reúnen con familias que necesitan expresar y compartir sus sentimientos hacia el ingreso de su familiar. Se trabajan emociones como el sentimiento de culpa y se enseña a enfrentar los cambios que sufren las personas con demencia. Los más frecuentes son las alteraciones conductuales, la desconexión y el no reconocimiento de las personas. Estos grupos ofrecen también acompañamiento a las familias en el proceso de duelo cuando su familiar se va. Aquí, reciben apoyo tanto profesional como de las familias que han vivido o viven situaciones similares, y participan en él hasta que lo consideran necesario.

Por otra parte, también se ofrece apoyo familiar en el proceso de adaptación al centro y durante su estancia en momentos críticos. En ocasiones, las familias necesitan ayuda a la hora de comunicar, por ejemplo, malas noticias a un familiar con demencia, como la muerte de un hijo.

La comunicación entre el servicio de psicología y familiares es constante y frecuente. En los casos de personas que manifiestan mayores alteraciones, el seguimiento es aún más exhaustivo.

Prevención y mantenimiento

“El cerebro comienza a envejecer pronto. Por eso, la mejor prevención comienza mucho antes, señala Fernanda. Desde los centros lo que se lleva a cabo es una tarea de mantenimiento para conservar la actividad , tanto física como psíquica. Esto se logra con sesiones de psicomotricidad y con actividades como la lectura del periódico, que les ayuda a mantenerse informados de todo lo relevante en su zona. También se llevan a cabo actividades de estimulación cognitiva en las que se trabajan diferentes funciones ejecutivas, memoria de trabajo, memoria de evocación, atención, concentración y cálculo. Otra herramienta que se utiliza es la terapia de orientación a la realidad (TOR).

El objetivo, como indica Ana es “paliar lo máximo posible el avance de la enfermedad neurodegenerativa o el aumento del deterioro cognitivo asociado a la edad (AMAE)”. Se realiza estimulación cognitiva individual y grupal en función del estado, interés y necesidades cognitivas de cada persona.

La prevención también tiene otra dimensión que tiene que ver con los cambios . En concreto, evitar a los innecesarios para ahorrar un futuro malestar a la persona o, por el contrario, llevar a cabo otros para fomentar su bienestar emocional. Por ejemplo: cambiar a una persona de mesa para que pueda socializar más, adaptar alguna actividad para preservar su autonomía son acciones preventivas muy útiles.

El servicio de psicología, un pilar en la atención sanitaria

Fernanda tiene claro que los servicios de psicología en entornos residenciales son imprescindibles. “Hasta hace unos años no se les había dado la importancia que merecen, pero las personas mayores tienen, a menudo, unas historias de vida complejas, y necesitan gestionar las emociones que arrastran. La mayor parte de los residentes nunca ha ido ni ha tenido contacto con ningún servicio de psicología, a pesar de haber vivido muchos momentos traumáticos. En el caso de la gente mayor actual, hablamos de la guerra y la posguerra, pérdidas, duelos no superados, el hecho de no haber podido ir a la escuela…. Por eso, la figura del/de la psicólogo/a en el entorno residencial va mucho más allá de realizar valoraciones para saber el estado cognitivo y determinar en qué grado de deterioro se encuentra cada paciente”.

Y es que el trabajo de los equipos de psicología tiene dos dimensiones distintas. La primera consiste en desarrollar actividades ocupacionales donde se trabajan las áreas que los pacientes presentan mayores dificultades. Y la segunda, y muy valorada por los residentes, es la psicoterapia individual, porque es un momento que tiene cada uno para hablar de lo que le preocupa.

En resumen, como dice Ana, » la psicología en entorno residencial es una herramienta clave para promover el bienestar físico, emocional y cognitivo de los residentes en conjunción con el resto del equipo interdisciplinario y las familias».

Ana María Rubio Martínez

Psicóloga en el Centro Asistencial Mutuam la Creueta

Fernanda Farnós Piñol

Psicóloga en la Residencia y sociosanitario de Vila-seca

Mutuam Batega, el voluntariado corporativo de la entidad es ya una realidad

Mutuam Batega Voluntariat Corporatiu

El Plan de Responsabilidad Social Corporativa del Grupo Mutuam va más allá del compromiso con el medio ambiente, y una muestra de ello es ‘Mutuam Batega’ . Bajo este nombre se identifica en el Voluntariado Corporativo de la entidad, que se ha estrenado este pasado 7 de octubre en una recogida de residuos en el delta del Llobregat.

Una apuesta por el equipo humano

El plan que vehicula la parte más social de la empresa, definido en el 2019, plantea cinco ejes. Es entre el segundo, el eje 'Equipo humano' y el quinto, el eje 'Medi Ambient' de donde nace el voluntariado corporativo, uno de los proyectos creados para alcanzar los objetivos de potenciar la comunicación interna como herramienta para el fomento del buen clima laboral y realizar acciones de sensibilización ambiental en la plantilla.

El proyecto, aparte de la contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pretende favorecer la participación de las personas trabajadoras fortaleciendo así el sentimiento de pertenencia al grupo. Una iniciativa idónea por la que ha apostado el Grupo Mutuam, ya que a la hora de sensibilizar a la plantilla sobre las problemáticas ambientales y animales, promueve un espacio de encuentro.

Puesta en marcha

Mutuam Late Voluntariado Corporativo El primer paso fue movilizar a las personas trabajadoras, definir la visión, misión y objetivos del voluntariado corporativo e identificar las necesidades en el entorno, pero sobre todo las motivaciones del equipo . De ahí que se organizó una sesión de cocreación abierta a todo el mundo, la cual dio paso a una encuesta, también dirigida a toda la plantilla. El resultado, aparte de la participación, 42 personas en la sesión y 129 respuestas a la encuesta, demostraron que la actuación debía enfocarse en los ecosistemas y el medio natural.

La involucración de los y las profesionales, no quedó aquí, también se consolidó el Comité de Voluntariado Corporativo , formado por ocho integrantes procedentes de diferentes centros y servicios. Éste es el que ahora vela por la organización de las actividades y la elaboración y cumplimiento del Plan de Voluntariado Corporativo.

Cohesión por un objetivo común

Este largo proceso que se inició a mediados de 2022, se ha materializado en octubre con la primera actividad de Voluntariado Corporativo del Grupo Mutuam, donde 64 personas procedentes de trece recursos diferentes se encontraron con un objetivo común, limpiar la ribera del Llobregat.

El team building y la recogida de residuos eran los protagonistas y con la colaboración de la asociación sin ánimo de lucro PlasticFREEwave , se realizó con éxito la actividad en formato competición. La jornada constó de varias partes, una de concienciación y educación hacia cómo reducir los plásticos desechables, la recogida y recuento de residuos y una comida de hermandad. Como resultado, aparte de conseguir cohesión, sinergias, trabajo en equipo y la creación de vínculos entre los asistentes, se recogieron 145 kg de residuos en menos de una hora, un logro que promete ser el primero de muchos.

«La mejor prevención pasa por conocernos y hacernos responsables de nuestro propio bienestar emocional»

Dia Mundial Salut mental

El trabajo es una de las actividades a las que dedicamos más horas y que nos permite satisfacer necesidades económicas, profesionales y sociales. Por eso es tan importante asegurar y propiciar un entorno profesional que garantice una buena salud mental.

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental hemos querido explorar la dimensión laboral de este tema con Anna Segarra, responsable del Servicio de Relaciones Laborales, y Marc Casañas, responsable del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales. Desde sus roles clave, exploraremos los desafíos y soluciones que implementa Grupo Mutuam en el cuidado de la salud mental de sus trabajadores y trabajadoras.

¿De qué hablamos cuando hablamos de salud mental

«Me gusta más hablar de bienestar emocional que de salud mental» dice Anna Segarra. Si lo analizamos bien, cuando hablamos de cuidar la salud mental de las personas que trabajan en una empresa, en realidad, hablamos de asegurar su bienestar emocional. De velar por su capacidad de gestionar emociones y situaciones laborales y personales en su día a día.

La falta de salud mental es una carga igual o más pesada que la física. Un trabajador que no tenga una buena salud mental, no podrá desarrollar su trabajo de la mejor manera. Por tanto, los usuarios no recibirán la atención que queremos que reciban. Además, esta carga emocional se la llevarán a casa.

Estrés, burnout y conflictos entre compañeros, las causas más habituales

Los problemas más habituales que enfrentan a los trabajadores en cuanto a salud mental son, por un lado, el estrés, y lo que llamamos burnout o desgaste profesional. Las relaciones entre compañeros, la gestión emocional del día a día y las cargas personales son factores que afectan mucho a la tranquilidad psicológica.

El personal de las residencias para personas mayores o de servicios de atención al paciente como el PADES o EAPS tiene una carga emocional añadida. El personal de residencia para personas mayores trabaja a diario con personas que sufren deterioro cognitivo, demencias, trastornos de conducta, etc. Esto implica que deben lidiar con situaciones delicadas y duelos, a la vez que procuran lo mejor para los residentes. Por su parte, los profesionales que acompañan a personas en el proceso del fin de la vida, con lo que esto conlleva, sufren también un desgaste emocional importante.

Hay que estar alerta a las señales

Saber detectar las señales que indican que alguien está sufriendo una situación que atenta a su bienestar emocional es fundamental para activar los protocolos.

“Una de las señales habituales es cuando nos llega que un profesional que se comporta de manera muy diferente a cómo lo hacía antes”, explica Anna. En estos casos, primero intentamos detectar si la causa es un problema de gestión emocional o si se trata de una problemática distinta. La falta de implicación, la dejadez, estar despistado… entre otros, son alertas de que avisan de que el profesional podría tener algún problema de gestión emocional.

Por otro lado, fuera del ámbito laboral también hay indicadores que pueden hacernos pensar en que algo no va bien. La incapacidad para descansar y relajarse cuando se está fuera del trabajo o durante los días de descanso es uno de ellos.

salud mental

Las soluciones de Grup Mutuam para velar por la salud mental de sus equipos

La prevención de riesgos laborales trabaja en muchas dimensiones, y una de ellas es la psicosocial, uno de los grandes factores de riesgo en el ámbito laboral. En este sentido, en Grup Mutuam llevamos a cabo evaluaciones regulares orientadas a elaborar un mapa de riesgos en el ámbito psicosocial. Esto nos permite estudiar la relación de los/las trabajadores/as y su entorno (empresa, compañeros, superiores) y detectar puntos de mejora.

A partir de esta detección, se ponen en marcha toda una serie de medidas correctoras para darle respuesta. Las más habituales son las formaciones en gestión de emociones, gestión del tiempo y gestión del conflicto, así como ordenar los canales de comunicación internos. “Las medidas que utilizamos son siempre un traje a medida”, comenta Marc Casañas. Porque depende de la situación y del caso se requiere una intervención u otra. Un burnout , por ejemplo, puede tener muchas dimensiones y orígenes múltiples. Por tanto, requerirá una actuación u otra en función del caso.

Como medidas para abordar situaciones, Grupo Mutuam ha diseñado distintos protocolos. “Contamos con protocolos de gestión de conflictos entre profesionales, o conflictos entre usuarios y profesionales. También disponemos de protocolos por casos de acoso sexual y laboral”, explica Casañas.

Además, desde hace unos años se han creado grupos de apoyo emocional, sesiones de terapia individuales, grupos de supervisión, entre otros. Y para generar conciencia al respecto, se han realizado campañas de salud mental para todos los profesionales.

Una buena salud mental, un beneficio para todos

Los profesionales de todas las áreas deben trabajar a gusto y en un entorno seguro. Se deben sentir capaces de gestionar las emociones que se despiertan cuando se atiende a este tipo de usuarios. En el entorno residencial, en particular, si los profesionales carecen de una buena salud mental, será muy difícil que den una buena atención a los usuarios. A diario, deben trabajar con situaciones difíciles de gestionar, y es básico que tengan herramientas para poder hacerlo bien y con seguridad.

Garantizar el bienestar emocional de los equipos tiene beneficios para las empresas en muchos sentidos. Como indica Anna, “a corto plazo, el profesional trabaja más a gusto, se siente más capaz, apoyado por la empresa, y puede gestionar sus emociones con solvencia. Esto repercutirá en la empresa a largo plazo, ya que serán profesionales felices con lo que hacen, y los usuarios recibirán la atención que les queremos dar.

Casañas añade que “es necesario que las empresas sigan invirtiendo en ello porque el clima laboral cuanto más sano, mejor, porque afecta a todo. Puede aumentar el ratio de productividad, disminuir el ratio de absentismo, etc. Y si la política de Grupo Mutuam es velar por el bienestar de las personas, es lógico que se aplique también a quien trabaja.

Soporte y autoresponsabilidad emocional, las dos claves de vuelta

Ambos expertos coinciden en la importancia de hacernos responsables individualmente de nuestra salud mental. Y esto ocurre, según Casañas, por “aplicar cosas que hace tiempo que empezamos a saber que tienen cierta base científica. Nos referimos al mindfulness , el trabajo personal, etc. A conocernos y escucharnos, y tratar de no acumular cosas en las mochilas personales que, después, llevaremos al trabajo o cargaremos por doquier”.

Por su parte, Anna considera que “El apoyo es básico. Que los profesionales se sientan sostenidos por la empresa, y sientan la libertad de pedir ayuda cuando la necesiten, hace que la angustia disminuya”.

En un entorno laboral en constante evolución, la atención a la salud mental se revela como un pilar fundamental para el bienestar y la productividad.

Anna Segarra, responsable del Servicio de Relaciones Laborales del Grupo Mutuam
Marc Casañas, responsable del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Grupo Mutuam

Montse Camprubí, directora de residencia para gente mayor: "Lo que me motiva a seguir adelante es el agradecimiento de los usuarios y de las familias"

La directora del Centro Residencial Mutuam Manresa para personas mayores Montse Camprubí

De todas las personas que intervienen en el día a día de una residencia para personas mayores, el rol de dirección es quizás uno de los más desconocidos. Montse Camprubí dirige el Centro Residencial Mutuam Manresa , del que dice que “tiene una gran diversidad de usuarios que hacen que cada día sea diferente”.

¿Cuál es el papel de una directora de residencia para personas mayores y cómo te has preparado para asumir ese cargo?

Fundamentalmente, se basa en gestionar, planificar y organizar los recursos y equipo profesional para garantizar una atención de calidad las 24 h. Una atención integral, centrada en la persona y adaptada a sus necesidades. También debe participar activamente en todo lo que haga referencia al plan de atención de los usuarios. Y, evidentemente, velar por el cumplimiento de normas y procedimientos y trabajar por una mejora continua de la calidad. La preparación para el cargo es continua, no te preparas y haces de directora y ya está. Nunca puedes dejar de tener inquietudes y querer adquirir nuevos conocimientos de todo lo que puede ser enriquecedor para tu trabajo. Partiendo de los estudios necesarios (en mi caso soy diplomada en enfermería y más tarde estudié psicología) debes formarte en postgrados de gestión residencial y reciclarte en todo aquello que pueda ayudarte a conseguir una buena calidad asistencial (ACP, no contenciones, liderazgo, etc). Para mí es muy importante saber, escuchar y aprender para mejorar continuamente.

¿Cuáles son los principales retos a los que te enfrentas a diario en la dirección de una residencia de personas mayores?

Nuestro trabajo es muy variado y cada día es distinto. Para mí, el reto más importante y, posiblemente, la tarea que más tiempo ocupa en cualquier dirección de centro es la gestión del personal. Al hecho más burocrático de la contratación de personal (entrevistas, contratos, plannings ….), se le añaden muchas otras tareas. Porque para garantizar la calidad asistencial que queremos a Grup Mutuam , es necesario hacer un buen plan de acogida y una buena formación. Y, además, hay que realizar un buen seguimiento e intentar fidelizarlos para que no se marchen. Todo esto nos requiere esfuerzo que, muchas veces, no se ve.

¿Cómo describirías el ambiente de trabajo en tu centro y qué medidas has implementado para fomentar un entorno positivo tanto para residentes como para personal?

Creo que el ambiente es bueno o muy bueno. Quizás no soy objetiva, pero diría que tenemos un centro con un muy buen ambiente de trabajo. Para mí, un aspecto clave es la accesibilidad y comunicación de la dirección hacia los trabajadores. Tienes que saber de tu trabajador, preguntar cuándo no está bien, felicitarle (tanto por temas personales como cuando hace bien el trabajo) y ser muy clara en todo lo que crees que puede mejorar. Si tú hablas claro, con transparencia y empatía, y siempre tienes un espacio para él o ella, tienes mucho ganado. En cuanto a los residentes, diría que la proximidad, la empatía y conocer bien a la persona hace que nos podamos avanzar a posibles conflictos. Y, también, por supuesto, que les podamos ayudar en muchas cosas. En resumen, para generar un buen entorno, «debes estar» en todos los sentidos, físico y emocional.

¿Cuáles son las habilidades clave que consideras necesarias para ser una buena directora de residencia?

Tienes que tener mucha capacidad de trabajo, saber priorizar, gestionar el estrés y organizarte bien el trabajo. También debes tener empatía, autocrítica, capacidad de observación y escucha activa. Trabajar en equipo, saber delegar, liderar y motivar a las personas es imprescindible. Y, por supuesto, tener muuuuerta paciencia.

En tu experiencia, ¿qué impacto positivo has observado en la vida de los residentes gracias a la dedicación y atención del personal?

La mayoría de residentes cuando llegan tienen miedos porque no nos conocen y, en ocasiones, se muestran desconfiados. Es muy gratificante ver cómo, gracias a la atención personalizada de todos los profesionales, todo esto en pocos días disminuye. Lo que más agradecen es que seas cercana. Tú, como directora, y todo el equipo. Si se sienten escuchados y sienten que tenemos en cuenta sus intereses, se crea un ambiente de confianza que lleva a una relación muy bonita. Montse Camprubí con usuarios del Centro Residencial Mutuam Manresa

¿Podrías compartir algún ejemplo de situación desafiante que hayas enfrentado como directora de residencia?

En mi centro, durante la pandemia sufrimos un incendio importante y tuvimos que evacuar a los residentes. En ese momento, más que nunca, sentí la responsabilidad de la dirección de una residencia de ancianos. Fui consciente de la importancia tanto de la gestión diaria del personal como de los recursos para que, en situaciones límite, todo salga bien. Curiosamente para los usuarios fue una aventura. Cuando volvieron al centro, una de las residentes me dijo, textualmente, “nos lo hemos pasado muy bien, ¡lo podríamos repetir!”. Oyendo estas palabras pensé que esto era el resultado de un trabajo bien hecho y profesional. Nosotros sufrimos mucho para que no fuera un trasiego para ellos y logramos que fuera una aventura.

¿Cómo es tu día a día como directora?

Lo definiría como imprevisible. Ningún día es igual. A primera hora me pongo al día de lo que ha pasado y gestiono todo lo urgente (bajas de personal, quejas, cuestiones de mantenimiento…). Resueltos estos temas, dedico un rato a la gestión y planificación de personal, económica y, por supuesto, de calidad. En función del día, asisto a diferentes reuniones: Comisión ACP, Comisión calidad, reuniones equipo y entrevistas programadas con las familias. Aparte, todos los días, o bien al mediodía oa última hora de la tarde, intento pasar por las plantas a hablar con los usuarios y las familias. Y en medio de todo esto, todo aquello que surja del día a día de una residencia en la que y conviven 90 personas, ¡que no es poco!

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo y qué te motiva para seguir adelante?

Me gusta mucho todo lo que hace referencia a los usuarios: atención, entrevistas, realizar actividades. Lo que me motiva a seguir adelante es el agradecimiento de los usuarios y de las familias y ver que en la residencia están bien.

¿Cómo haces para mantener una comunicación efectiva con los familiares de los residentes y cómo gestionas las expectativas y preocupaciones que puedan surgir?

Para mi es fundamental la comunicación constante, ser muy clara y accesible. A mí, por ejemplo, me gusta tener la puerta del despacho siempre abierta. En cuanto a las familias, la primera entrevista es clave. Aquí es donde es necesario resolver todas las dudas y explicar con claridad qué hacemos y lo que no hacemos para que las expectativas se ajusten a la realidad. En cuanto a las preocupaciones, hay muchos espacios para trabajarlas, como las entrevistas personales, los grupos de ayuda mutua o los PIAI (Programa Individual de Atención Interdisciplinar). Estos programas son el eje del modelo asistencial de Grup Mutuam y consisten en ofrecer una atención centrada en la persona. Para diseñarlos, nos reunimos todos (usuarios, familia y personal) para conocer a la persona y sus objetivos. Y aquí es donde se resuelven muchas de estas dudas y miedos más habituales.

¿Qué le dirías a una familia que tiene a una persona mayor a su cargo y se plantea la opción de una residencia, pero tiene reticencias?

Que no tengan miedo ni desconfianza, que su familiar estará muy bien atendido. Tenemos un gran abanico de profesionales que velarán por su salud y bienestar desde todas las vertientes. Y lo haremos siempre de una forma personalizada y adaptándonos totalmente a sus preferencias y necesidades. Como familia, pueden venir siempre que quieran, estar con ellos y, lo que es más importante, participar conjuntamente con todos los profesionales del cuidado de su familiar. Las familias son muy importantes en nuestro día a día. Precisamente éste es uno de los aspectos que trabajamos más, informando, atendiendo y dando respuesta de forma adecuada a todo lo que necesiten. Y, por supuesto, escuchando las sugerencias y propuestas que nos puedan hacer para mejorar. Con la colaboración de Montse Camprubí, directora del Centro Residencial Mutuam Manresa

El exitoso desenlace del 'No jubilis la memòria' reúne a 203 personas en la Gran Final

No jubilis la memòria 2023

La 16ª Jornada ‘No jubiles la memoria’, organizada por la Fundación Mutuam Conviure , llegó a su desenlace el pasado 5 de julio, concentrando a 203 personas asistentes en la Auditoría AXA de Barcelona.

En el evento, se disputaron las finales de los Campeonatos de Dominó, Rummikub y Ball en Línea, tres competiciones que han movido desde el mes de marzo a 1.095 personas (481 personas jugadoras de dominó, 200 de rummikub y 414 bailarines y bailarinas) procedentes de casales del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalidad de Cataluña y Fundación La Caixa, entre otros, así como de entidades y centros y residencias de Grup Mutuam.

De las 240 parejas participantes en el campeonato de dominó , 27 llegaron a la Gran Final. El primer premio , que consistía en una estancia de fin de semana, lo ganaron Rafael Garrido y Fernando Ruiz, de la Asociación de Amigos de las Personas Mayores Santos, Can Mantega de la Generalidad de Cataluña. El segundo clasificado , fue para Félix Muñoz y Antonio Sánchez, del Casal de Personas Mayores Navas del Ayuntamiento de Barcelona, y la tercera posición , para Miguel Peña y Pedro Alós, del Casal de Personas Mayores Baix Guinardó del Ayuntamiento de Barcelona.

En cuanto al campeonato de rummikub de las 200 personas participantes, 21 pasaron a la Gran Final. La persona ganadora del premio, que consistía en un fin de semana de desconexión, fue para la primera clasificada , Fina Delgado del Espacio de Personas Mayores El Polvorí del Ayuntamiento de Barcelona. El segundo ganador , fue Joan Mª Trabal de la Asociación de Amigos de las Personas Mayores Santos, Can Mantega de la Generalidad de Cataluña y, la tercera premiada fue Juana Grima del Casal de Personas Mayores Buen Pastor del Ayuntamiento de Barcelona.

La entrega de premios finalizó con el campeonato de baile online , donde de los 27 casales que habían participado en esta edición, llegaron a la Gran Final 5. Los ganadores del premio, que consistía en un fin de semana de desconexión para cada miembro del grupo ganador, fue para el primer clasificado , el Esplai de Personas Mayores Viladecans de Fundación La Caixa, en segunda posición , quedó el Casal de Personas Mayores Patio Limón del Ayuntamiento de Barcelona y, el tercero clasificado fue el Casal de Personas Mayores Prosperidad de la Generalitat de Catalunya. Los ganadores de las tres competiciones recibieron un trofeo ‘Agustí Montal’.

Tras la entrega de premios y como clausura de la jornada, el dr. Miquel Vilardell, presidente de la Fundación Mutuam Conviure, dedicó unas palabras de agradecimiento a participantes y organización y recordó la importancia de un envejecimiento activo y saludable.

Las inscripciones para la próxima edición de estas competiciones se abrirán en marzo del próximo año. Con este evento, la Fundación Mutuam Conviure pone de manifiesto su compromiso con las personas mayores.

La Memoria de actividad del Grup Mutuam 2022 ya está publicada

Memòria Grup Mutuam 2022

La Memoria de actividad del Grup Mutuam que corresponde al ejercicio del año 2022 , ya está disponible para su consulta. Ésta recoge nuestra contribución a la sociedad y al medio ambiente, en lo que ha sido sin duda, un año de progresiva vuelta a la normalidad.

Manteniendo siempre el compromiso de transparencia y con la vocación de ser cada vez más comprensibles, a través de su lectura se encuentra, entre otros, nuestra forma de cuidar y curar y el desarrollo de nuestra responsabilidad social, en gran parte vehiculada por la Fundación Mutuam Conviure.

Con el propósito de que ésta también sea un reconocimiento al trabajo realizado por nuestro equipo de profesionales, deseamos que todo el mundo disfrute de su contenido.

Ástrid Garcia: "Invito a todos a hacer voluntariados, porque somos seres sociales y vivimos en comunidad"

Àstrid Garcia, voluntària al Centre Assistencial Mutuam La Creueta

Àstrid Garcia tiene 34 años y ya hace 10 que empezó a colaborar como voluntaria en el Centro Asistencial Mutuam La Creueta , ubicado en Sabadell. A lo largo de este tiempo, ha acompañado a tres personas usuarias a realizar salidas por la ciudad y ha compartido tiempo de calidad con ellas. En su vida profesional está alejada de la atención a las personas y su inquietud está motivada por razones personales.

¿Cuándo empezaste a hacer de voluntaria y por qué?

Empecé hace unos diez años y en la decisión de meterme tuvo mucho que ver la pérdida de los abuelos con los que crecí. Con mi abuela, especialmente, tenía mucha conexión, era una referencia para mí. Me gustaba estar con ella y con sus amigas y, de algún modo, quería recuperar ese contacto con la gente mayor.

¿Cómo llegaste al Centro Asistencial Mutuam La Creueta?

En el Ayuntamiento de Sabadell vi que había unos llamamientos al voluntariado y me apunté. Hice una entrevista con la educadora social del centro y entonces empecé un voluntariado que consiste en acompañar a una persona residente a pasear.

¿Cómo fue esa primera experiencia?

Me asignaron una señora que tenía muchas ganas de salir pero que lo tenía complicado por hacerlo porque iba en silla de ruedas y no era autónoma. Además, tenía pocos familiares y eran mayores, así que no podían ayudarle. Estuve acompañándola en sus salidas durante un par de años. Cuando ella murió, dejé el voluntariado durante un tiempo, pero seguía en contacto con la educadora social de Mutuam La Creueta y disponible por si alguien necesitaba acompañamiento.

¿Y qué ocurrió?

Me llamó y retomé el voluntariado con otra señora que estaba en la misma situación. Cognitivamente estaba muy bien, pero físicamente estaba impedida. La acompañé durante unos tres años. Con la llegada de Covid, estuvimos bastante tiempo en que el acceso a las residencias estaba muy restringido y no pude seguir con el voluntariado. Ahora que la situación se ha normalizado, he vuelto a hacerlo. Esta vez, con Àngels, una señora que es bastante joven y físicamente es autónoma pero que, en cambio, está perdiendo progresivamente la memoria. Esto ha cambiado un poco mi rol. Antes mi tarea consistía más en asistir, en ser un poco las piernas de la persona a la que acompañaba. Ahora se trata más bien de ayudar a mantener activo al jefe de esta residente.

¿Qué te aporta acompañar a personas mayores?

Me gusta mucho la experiencia. En el día a día, si no tienes cerca a personas de esta edad, no te relacionas con ellas. En mi caso no la tenía y la quería. Para mí, pues, la experiencia del voluntariado es enriquecedora para ambos lados.

¿Qué crees que le aporta a Àngels este voluntariado?

Aparte de poder salir del centro, también el hecho de poder estar con gente joven. Aunque ella sí tiene bastante familia, la situación es diferente. Cuando salimos, ya no es una más en un grupo, sino que estamos sólo las dos y vamos donde ella quiere y hablamos de las cosas que le apetecen.

¿Dónde va o qué cosas hace cuando está junta?

Normalmente vamos a pasear por el centro de Sabadell. Durante las fiestas de Navidad, fuimos a ver el pesebre, la Feria de Santa Lucía, el calendario de adviento… Cuando son rebajas, pues vamos a ver tiendas o, si no, tomamos algo y hablamos de nuestra vida . También tenemos previsto tomar un día el tren e ir a la zona de la ciudad de donde es ella. El objetivo, sobre todo, es salir y tomar aire.

Àstrid Garcia, voluntaria en el Centro Asistencial Mutuam La Creueta ¿Ella había tenido acompañamiento de alguna otra persona voluntaria?

No, es la primera vez. De hecho, así como las demás personas a las que había acompañado nunca habían cuestionado mi tarea, a ella le costó entender que alguien de forma voluntaria quisiera venir a pasear con ella. ¡Pensaba que había gato escondido!

¿Cómo te ganas la confianza de estas personas?

De modo natural, siento yo misma. Cómo lo son ellas conmigo. Se trata de escucharlas y adaptarse a su ritmo y preferencias. Las cosas fluyen de forma natural.

¿Cuándo se encuentra?

Una vez por semana, un par de horas o tres. En mi caso, para hacerlo compatible con el trabajo y horarios de la residencia, voy los viernes.

¿Qué debe tener una persona que se plantee realizar un voluntariado de este tipo?

Sobre todo, debe gustarle la gente mayor. A veces, me encuentro con personas de mi edad que no tienen mucha empatía hacia ellas ni las comprenden. Están muy extendidos tópicos sobre las personas mayores como que se cuelan en los lugares o que se quejan por todo y eso no es cierto. Así pues, es importante que la persona voluntaria tenga capacidad de escucha y empatía. El resto sale solo.

¿Crees que te ha cambiado de algún modo la experiencia?

Sí, aunque yo ya era muy consciente de la situación de la gente mayor en la sociedad actual, ahora todavía soy más. He aprendido cómo es vivir en una residencia -los míos hoy no estuvieron- y el valor que tienen estas salidas al exterior y el poder estar en contacto con otras personas.

¿A quién recomendarías un voluntariado con gente mayor?

En mi caso, el trabajo que hago no tiene nada que ver con el ámbito social y, por tanto, mi motivación es puramente personal. Ahora bien, la gente que está realizando estudios en el ámbito de la atención a las personas o la intervención social -educadores sociales, trabajadores sociales, psicólogos, etc.- estaría muy bien que hicieran un voluntariado de este tipo. De hecho, yo invito a todos a hacerlo, aunque no sea con personas mayores, porque somos seres sociales y vivimos en comunidad. La pequeña aportación que cada uno puede realizar es importante.

Si tienes interés en realizar un voluntariado en alguno de los centros del Grupo Mutuam, puedes escribir un correo a informacio@mutuam.com o llamar al 93 380 09 50.

Convocatoria abierta para la 5ª edición de los Premios de Investigación de Atención a la Dependencia

Premis Recerca Atenció Dependència

El compromiso con la promoción de la investigación, impulsa a la Fundación Mutuam Conviure a convocar un año más el Premio de Investigación de Atención a la Dependencia, que llega a su 5ª edición. Éste está dotado con 6.000€ para contribuir en la mejora en el ámbito de los servicios de atención a las personas mayores y la atención a la dependencia. Pueden participar todos los profesionales, de forma individual o colectiva, que desarrollen su actividad en cualquier centro o servicio del ámbito establecido en Cataluña.

La fecha límite de presentación de proyectos es el lunes 4 de septiembre de 2023 . El jurado estará formado por cinco personas propuestas por la Fundación Mutuam Conviure y el veredicto se dará a conocer en el marco de la 6ª Jornada de Atención a la Dependencia que organiza la entidad y que se celebrará el 20 de septiembre.

Consulta aquí las bases de la convocatoria.