En las residencias para personas mayores, el Plan Individualizado de Atención Integral (PIAI) es clave para garantizar una asistencia personalizada y la Atención centrada en la persona . Esta herramienta no sólo asegura un cuidado adaptado a las necesidades y preferencias de cada residente, sino que también respeta su identidad y su proyecto de vida. Descubre cómo se elabora el PIAI, por qué es tan importante y cómo contribuye a ofrecer una calidad de vida óptima de cada residente.
¿Qué es el PIAI y por qué es importante?
El Plan Individualizado de Atención Integral (PIAI) es un instrumento fundamental en las residencias para personas mayores que trabajan con el modelo de Atención Centro en la Persona. Este plan recoge toda la información necesaria para entender las necesidades, preferencias y objetivos de cada persona.
Cuando una persona mayor ingresa en una residencia, el PIAI se convierte en la guía que orienta a los profesionales para ofrecer una atención personalizada, asegurando que ésta no sólo cubra las necesidades básicas, sino que también respete su historia, hábitos y valores. Esto permite que cada individuo pueda mantener su proyecto de vida y gozar de una mejor calidad de vida, también en esta nueva etapa.
El PIAI es importante porque:
- Garantiza una atención personalizada: cada residente recibe soporte específico de acuerdo con sus necesidades y deseos.
- Fomenta la participación activa: da voz y protagonismo a la persona mayor oa sus familiares en la toma de decisiones.
- Mejora la calidad de vida: permite a los residentes mantener su identidad y autonomía en la medida de lo posible.
- Es una herramienta dinámica: se revisa y adapta constantemente según las circunstancias y evolución de la persona.
En definitiva, el PIAI no es sólo un documento; es una herramienta viva que refleja la esencia y objetivos de la atención centrada en la persona.
¿Cómo se elabora el PIAI?
La elaboración del PIAI es un proceso colaborativo que implica tanto a un equipo interdisciplinario de profesionales (terapeutas ocupacionales, enfermeras, psicólogos/psicólogas, trabajadores/as sociales, etc.) como la misma persona, siempre que sea posible. De lo contrario, se cuenta con la participación activa de un familiar o amigo de referencia.
A cada uno de los profesionales que forman parte del equipo evaluador , les corresponde una función acorde con su perfil y funciones. Así, el terapeuta ocupacional valora al residente, por ejemplo, mediante las escalas de movilidad, el psicólogo utiliza instrumentos como las escalas de demencia, los enfermeros analizan la medicación que toma y los trabajadores sociales confeccionan su historia de vida. Para la elaboración de ésta, es imprescindible conocer las preferencias y los hábitos de la persona mayor , sea preguntándole a ella oa alguien de su entorno.
Una guía para acompañar a la persona
El resultado de todo esto es una radiografía de cómo ve el equipo profesional al residente. A partir de aquí, se establecen unos objetivos y recomendaciones, que deben ser preferiblemente pactados con la persona, para que mejore o preserve su calidad de vida.
El PIAI debería incorporar, no sólo el diseño del plan, sino también el despliegue de los recursos que hagan efectivo este proyecto de vida. Además, la organización debería ser lo suficientemente dinámica y flexible como para adaptarse a las particularidades de la persona. El PIAI es una herramienta dinámica, que recoge información a lo largo de toda la estancia del residente y que es clave para acompañarla en su proyecto de vida.
El documento que recoge esta información debe estar a disposición de todos los profesionales del centro, ya que se trata de su plan de atención y vida, pero debe haber uno en concreto que sea el de referencia, el que le acompañe en su día a día y le apoye en el proceso de adaptación a su nuevo hogar.
Más allá del diseño del PIAI en el momento de ingreso, es necesario realizar un seguimiento regular del cumplimiento de los objetivos y una revisión cada año o antes si es necesario, en caso de que se produzca un cambio significativo en la persona. En definitiva, debe ser una herramienta flexible y actualizada , que ponga siempre a la persona en el centro de la atención, y que la involucre con el fin de respetar quién ha estado antes de ingresar en la residencia y quien quiere seguir siendo.
Si tiene dudas sobre el proceso de acceso a residencias para personas mayores, no dude en contactar con nuestro Servicio de orientación social. Ante decisiones importantes, ¡es esencial asegurar que tiene información profesional y de primera mano!
Con la colaboración de Carolina Ferrero, Área Residencial y Atención Domiciliaria de Grup Mutuam
93 380 09 70