Cuidadores a domicilio para personas mayores durante las vacaciones: un respiro familiar necesario

Cuidadores a domicilio para personas mayores durante las vacaciones

¿Qué hacemos si tenemos un familiar mayor y dependiente, que no puede venir con nosotros y necesita ayuda? Esta es una de las preocupaciones más habituales cuando llega el momento de planificar las vacaciones familiares.

Ya sea por limitaciones físicas o porque la propia persona así lo decide, a veces puede resultar difícil dejar a los padres o abuelos en casa. Para estos casos, contáis con diferentes opciones de cuidado profesional, entre ellas, Mutuam a Casa. Se trata de un servicio de cuidadores a domicilio que da cobertura en la ciudad de Barcelona y sus alrededores, pensado para que podáis disfrutar de vuestras vacaciones sabiendo que, en casa, todo sigue bien.

El reto de las vacaciones y el cuidado de los familiares

Para muchas familias, el momento de planificar las vacaciones se complica cuando tienen a su cargo una persona mayor que necesita atención de forma regular. Contar con un cuidador o cuidadora para personas mayores a domicilio puede ser el aliado perfecto para esta situación. Tanto si hace falta ayuda puntual como si la persona cuidadora habitual se marcha también de vacaciones, podremos cubrir las necesidades de la toda familia. Así, podréis iros y descansar unos días sin pesar y con total tranquilidad.

Y es que las tareas de cuidados son agotadoras física y emocionalmente, y si no se toman períodos de descanso, nuestra salud puede verse afectada. Por eso es crucial tener un respiro familiar y reanudar el cuidado de nuestro familiar con las energías renovadas.

Grupo Mutuam, cuidadores a domicilio de confianza

Para todas aquellas personas con cierto grado de autonomía, pero que necesitan apoyo durante algunas horas al día para desarrollar sus actividades cotidianas, podéis contar con Mutuam a Casa. Es una solución idónea para aquellas familias que necesitan ayuda temporal durante las vacaciones o sustituir a la persona cuidadora.

¿Y si sólo hace falta que se le acompañe al médico o a salir a dar una vuelta? ¿Y si es necesario que vaya alguien a hacerle todas las comidas? Mutuam a casa se adapta a las necesidades específicas de cada persona. De esta manera, su familiar contará con ayuda para las actividades de su vida diaria que sean necesarias. Ya sea higiene personal, supervisión de la medicación, limpieza de la casa o acompañamientos en salidas, con un cuidador a domicilio estará todo cubierto. Además ofrecemos otros servicios complementarios como podología o fisioterapia para un cuidado integral.

Cuando recibir ayuda se hace difícil

Es habitual que a muchas personas mayores les cueste aceptar que necesitan ayuda externa y, también, que les dé miedo permitir que alguien que no conocen entre en casa para ayudarlas. Es por ello que seleccionamos cuidadosamente a nuestros cuidadores y cuidadoras familiares y velamos por el respeto y la dignidad de las personas. La atención personalizada y cercana ayuda a superar las barreras iniciales y permite que las personas mayores se sientan cómodas y seguras al recibir ayuda en su propio hogar. Además, si los usuarias o usuarias no se sienten a gusto con el cuidador que se les ha asignado, existe la posibilidad de cambiar de profesional.

Mutuam a Casa proporciona una asistencia adaptada a cada persona y tiene como premisa fomentar la autonomía y adaptarse a sus preferencias y rutinas. Testimonios como el de la Victoria o la satisfacción de las más de cuatrocientas personas que atendemos cada año nos avalan.

¿Tienes dudas? Las resolvemos y te orientamos

Es normal tener dudas sobre qué tipo de ayuda es la más adecuada para nuestro familiar dependiente en vacaciones. Por eso, ante cualquier pregunta, ponemos a su disposición el Servicio de Orientación Social. Llamando al 93 380 09 70 nuestro equipo de orientadoras sociales resolverán todas vuestras inquietudes.

¿No tenéis claro si necesitáis el servicio domiciliario, una estancia temporal en una residencia o cualquier otra alternativa de cuidado? El Servicio de Orientación Social os ayudará a encontrar la solución más adecuada a vuestro caso particular. Porque nuestra misión es cuidar de vuestro familiar y acompañaros durante el proceso para que toméis la mejor decisión. Así, disfrutaréis de las vacaciones sabiendo que vuestros padres, madres, abuelas y abuelos están bien atendidos.

Confianza y profesionalidad para tu tranquilidad

Cuando llega el momento de disfrutar de unas vacaciones en familia, no debemos sentirnos culpables por separarnos de un familiar dependiente o que necesita asistencia en determinadas ocasiones. Los servicios de cuidadores a domicilio de Mutuam a Casa garantizan que vuestros seres queridos reciban una atención de calidad y personalizada durante vuestra ausencia.

Además, es importante recordar que como cuidadores también merecemos un período de descanso y un respiro familiar para evitar la sobrecarga. Por ello, disponéis de una amplia gama de servicios y de profesionales cualificados que se asegurarán de cuidar debidamente a vuestro familiar. Disfrutad plenamente de vuestras vacaciones con la confianza de saber que está en las mejores manos.

Ponte en contacto con el Servicio de Orientación Social por teléfono al 93 380 09 50 o por correo electrónico a tamara.koyik@mutuam.com. Si quieres saber más sobre cómo cuidar a las personas mayores en verano de la mejor manera, no te pierdas Servicios y soluciones para unas vacaciones tranquilas y Estancias temporales en residencias, una buena opción cada vez más frecuente .

Estancias temporales en residencias durante verano, una buena opción cada vez más frecuente

Estancias temporales en residencias en verano

Cuando tenemos familiares mayores dependientes, planificar unas vacaciones puede resultar complicado. No solo debemos considerar sus necesidades especiales de cuidado si pasan unos días con nosotros, sino también la posibilidad de que no puedan acompañarnos de viaje debido a limitaciones físicas o de salud. Esta situación puede generar estrés y sentimientos de culpa en las familias, que desean disfrutar de un merecido descanso pero no pueden dejar a sus familiares de edad avanzada sin la atención adecuada.

¿Qué podemos hacer si no pueden viajar con nosotros y no pueden quedarse solos en casa? Grupo Mutuam ofrece una solución que, además de ser idónea para estos casos, es cada vez más popular: las estancias temporales en residencias. ¿No tenéis claro si es la mejor opción para vuestra familiar? ¿Tenéis dudas sobre qué características debéis buscar en este tipo de servicios? Os explicamos todo lo que necesitáis saber sobre las estancias temporales en las residencias de Grupo Mutuam.

Una opción cada día más habitual

Dependiendo de la situación específica de cada persona, existen diferentes opciones para brindarles el cuidado necesario durante las vacaciones. Por un lado, los servicios de ayuda domiciliaria son una alternativa para aquellos que deseen que su familiar continúe su rutina en su entorno habitual, recibiendo atención en casa. Y, por otra, los apartamentos con servicios pueden ser una opción intermedia para personas mayores autónomas, brindando un entorno independiente con la tranquilidad de contar con asistencia y apoyo cuando sea necesario.

Sin embargo, una solución cada vez más popular es optar por estancias temporales en residencias especializadas para personas mayores. Estas estancias permiten que la persona dependiente reciba la atención y el cuidado necesarios durante un período determinado, mientras que el resto de la familia puede disfrutar de unas vacaciones sin preocupaciones y con la seguridad de que su familiar está bien atendido.

Las estancias temporales ofrecen una variedad de ventajas como la seguridad de contar con personal especializado las 24 horas del día, servicios de atención médica y actividades diseñadas para el bienestar y entretenimiento de los residentes.

Cómo encontrar el servicio de estancia temporal que mejor se adapta a nuestra situación

Cuando se busca una residencia para una estancia temporal, es necesario tener en cuenta ciertas características clave. En primer lugar, es esencial verificar que la residencia cuente con personal calificado y experimentado en el cuidado de personas mayores dependientes. De esta forma, sabremos que, en todo momento, sus necesidades estarán bien atendidas.

En segundo lugar, es importante asegurarse de que el entorno sea seguro, accesible y adaptado a las especificidades de los residentes. Otros aspectos a considerar incluyen la calidad de los servicios médicos disponibles, la variedad de actividades recreativas y sociales que se ofrecen, y la posibilidad de mantener una comunicación fluida con la familia durante la estancia. Evaluar estas características garantizará que la residencia seleccionada proporcione el cuidado necesario y brinde una experiencia satisfactoria para nuestro familiar y la tranquilidad de saber que está en buenas manos.

Un respiro para la familia: descansar y cuidar de nosotros mismos es una necesidad

El sentimiento de culpa es un aspecto común que experimentan muchas familias cuando toman la decisión de “dejar” a su familiar en un centro durante sus vacaciones. Es comprensible que surjan emociones de preocupación y angustia al separarse temporalmente de sus seres queridos. Sin embargo, es importante recordar que optar por una estancia temporal en un centro especializado no es, en absoluto, sinónimo de “dejar” a nadie, sino una muestra de amor y de cuidado responsable. Estas decisiones se toman con la intención de garantizar que nuestros padres, madres, abuelos y abuelas reciban la atención adecuada y se encuentren en un entorno seguro mientras la familia disfruta de unos días de ocio.

Y es que cuando la responsabilidad de cuidar a una persona dependiente recae completamente en el entorno familiar, es esencial reconocer la importancia de tomarse un período de descanso. El cuidado constante puede generar una carga emocional y física considerable, lo que a su vez puede afectar a la calidad de vida tanto de quien cuida como de quien es cuidado. Para evitar el agotamiento y preservar el bienestar de todas las personas involucradas, es necesario buscar alternativas que ofrezcan un respiro familiar para todos.

Sabemos y queremos cuidar

En Grup Mutuam disponemos de todos estos servicios y ofrecemos estancias temporales en nuestras residencias, con una estancia mínima de una semana. Nuestros centros cuentan con profesionales altamente cualificados y una infraestructura diseñada para garantizar la comodidad y el bienestar de los y las residentes. Aparte de proporcionar atención médica personalizada, ofrecemos programas de actividades enriquecedoras y servicios de calidad, promoviendo la sociabilidad y el disfrute de cada estancia.

Lo más importante a la hora de planificar una estancia temporal es hacerlo con una antelación mínima de un mes para poder gestionar la reserva y que nuestro familiar se instale unos días antes de que nos vayamos. Así, nos aseguramos de que haya plaza y de que la persona tenga un par de días para adaptarse bien.

Para ayudaros con la planificación y resolver todas vuestras dudas, disponéis del Servicio de Orientación Social del Grupo Mutuam que, de forma gratuita, ofrece asesoramiento personalizado a las familias. Este equipo de profesionales comprende las necesidades específicas de cada situación y ofrece orientación en la búsqueda del recurso más adecuado para cada caso. Ya sea que se requiera una estancia temporal en una residencia o se busque otra solución alternativa, el Servicio de Orientación Social está comprometido a proporcionar apoyo y ayudar a las familias a tomar decisiones informadas y acertadas.

Con el apoyo y la experiencia del Grupo Mutuam, las familias pueden encontrar en sus residencias un entorno seguro, profesional y acogedor, donde sus familiares, padres, madres, abuelos y abuelas serán atendidos con dedicación y cariño durante toda su estancia.

Te puedes poner en contacto con el Servicio de Orientación Social de Grup Mutuam en el 93 380 09 70 o dirigiéndote al correo silvia.aguerri@mutuam.com.

Todo lo que necesitas saber sobre las pensiones de jubilación

Jubilació i pensions

Uno de los temas más importantes y que genera mayor inquietud en las personas en edad de jubilación son las pensiones. Tanto si se acerca el momento de jubilarnos como si ya estamos disfrutando de esta etapa, es fundamental tener claros algunos conceptos básicos para entender bien cómo funciona el sistema de pensiones. Saber de dónde salen, qué es el coeficiente de revalorización o qué cambios podemos esperar, puede ayudarnos a gestionar mejor nuestros ingresos y a vivir con mayor tranquilidad.

Te explicamos con detalle todo lo que necesitas saber para entender bien tus derechos de la mano de Joan Buscà, economista, profesor emérito de la Universidad de Barcelona y colaborador en la Fundación SECOT.

¿Qué son las pensiones de jubilación?

Las pensiones de jubilación son los ingresos económicos que reciben los ciudadanos y ciudadanas que cumplen con los requisitos legales en España al finalizar su vida laboral (artículo 50 de la Constitución). Estas pensiones tienen como principal objetivo garantizarles un nivel de vida adecuado y ofrecerles seguridad financiera durante su retiro.

Existen diferentes tipos de pensiones en función de lo que cada persona haya cotizado durante su vida laboral, ya sea como persona asalariada, trabajadora autónoma, ama de casa, persona emprendedora, etc.

En España, el sistema de pensiones está apoyado por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y se financia a través de las contribuciones de los trabajadores y empleadores. En otras palabras, son ingresos que se derivan de los impuestos de los que la Administración recauda de las personas que trabajan.

Pensiones contributivas y no contributivas. ¿Cuál me corresponde?

Para empezar, es necesario tener clara la diferencia entre las pensiones contributivas y no contributivas en el contexto del sistema de pensiones español. Las pensiones contributivas son aquellas que se basan en las cotizaciones que han realizado los trabajadores y trabajadoras durante su vida laboral. Por tanto, cuanto mayor sea el número de años cotizados y los ingresos obtenidos, mayor será la pensión de jubilación.

Por otra parte, las pensiones no contributivas son aquéllas que se cobran sin que se hayan pagado durante la vida laboral. Es decir, son las pensiones que se otorgan a personas que no han podido contribuir lo suficiente como para recibir una pensión contributiva adecuada. Estas pensiones están pensadas para garantizar unos ingresos mínimos a los que nunca han cotizado, o no han podido trabajar el mínimo de años que se requieren para recibir la pensión contributiva.

Tres conceptos clave sobre las pensiones: cálculo, impuestos y revalorización

El cálculo de las pensiones de jubilación en España se basa en una serie de factores determinados por la legislación vigente. Ante todo, hay que tener claros los dos conceptos en los que se basa este cálculo: los años cotizados y la base reguladora. Los años cotizados son el número de años que la persona ha estado afiliada y cotizando a la Seguridad Social. A su vez, la base reguladora es la media de las bases de cotización de los últimos años.

Para calcular la cantidad que se va a recibir, se tienen en cuenta los años cotizados y se aplica un porcentaje en función de estos. De forma orientativa, la sede electrónica de la Seguridad social pone a disposición de los ciudadanos y ciudadanas simuladores online para realizar este cálculo.

En este sentido, es importante tener presente que existen topes máximos y mínimos establecidos. Esto significa que, aunque hayamos cotizado durante muchos años y tengamos una base reguladora alta, la pensión estará limitada por estos topes.

En cuanto a la retención, al recibir una pensión de jubilación, parte de esa cantidad será retenida para el pago de impuestos. La retención se calcula en función del importe anual recibido y de la escala vigente de retenciones del IRPF. Estas retenciones serán aplicadas por la Seguridad Social y se deducirán directamente del importe mensual de la pensión.

¿Qué es el coeficiente de revalorización de las pensiones?

El coeficiente de revalorización de las pensiones es un mecanismo utilizado para ajustar el valor de las pensiones a lo largo del tiempo. Su principal objetivo es mantener el poder adquisitivo de las personas beneficiarias de las pensiones según la evolución de la economía y el coste de vida. Es decir, es un coeficiente vinculado a la inflación o, como expresa Buscà, «en la legislación actual es la media del IPC del año anterior».

Este mecanismo nace de la última reforma del sistema de pensiones español, que se hizo en 2021 y entró en vigor en 2022. Esta modificación vinculó el aumento de las pensiones a la media del IPC para garantizar que las pensiones se ajusten automáticamente al aumento de los precios. Una medida clave para proteger a las personas mayores de la inflación y asegurar que sus ingresos se mantengan adecuados con el paso del tiempo.

La pensión de jubilación en combinación con otras prestaciones

Muchas personas se preguntan a menudo si es compatible recibir una pensión de jubilación junto con otras prestaciones. Por lo general, en España es posible recibir simultáneamente la pensión de jubilación y otras pensione , siempre que el conjunto no sobrepase el límite establecido por la Ley de la Seguridad Social.

Así pues, y como norma general, recibir una pensión de jubilación es incompatible con el acto de trabajar, ya sea por cuenta propia o ajena, pero no con otras prestaciones de régimen no laboral, como la de viudedad o la incapacidad permanente total, por citar dos ejemplos.

¿Las pensiones suben? o ¿bajarán?

La subida de las pensiones es una cuestión que ocupa habitualmente los medios de comunicación y un motivo de inquietud para las personas jubiladas. Especialmente ahora, dado el aumento constante de la inflación que estamos viviendo, saber si se podrá mantener el poder adquisitivo o si, por el contrario, nuestros ingresos van a disminuir es una pregunta frecuente.

Como explica con claridad Joan Buscà, «desde diciembre de 2021 , la nueva Ley de la Seguridad Social deja claro que las pensiones, obligatoriamente, se revalorizarán con la media del IPC del año anterior». Por este motivo, y para garantizar el poder adquisitivo de las personas jubiladas, este año las pensiones contributivas han aumentado un 8,5% . Para la tranquilidad de las personas jubiladas, Buscà explica también que «si el importe de la media del IPC fuera negativa, las pensiones no bajarían».

Las pensiones de jubilación son una parte crucial del presente y futuro financiero de muchas personas. Por eso, comprender bien todos los aspectos relacionados con este tema es fundamental para planificar y gestionar adecuadamente nuestra jubilación. Estar al día de las novedades y modificaciones que vayan surgiendo, puede ayudarnos a preparar ya disfrutar de una jubilación afable y, sobre todo, informada.

Maltrato a las personas mayores: detectar, actuar y concienciar

Maltrato a las personas mayores

El maltrato a las personas mayores es una forma de violencia que, desgraciadamente, afecta a millones de personas en todo el mundo. Para concienciar sobre esta lacra social, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 15 de junio como el Día Mundial de Sensibilización sobre el maltrato a las personas mayores , una iniciativa que busca visibilizar este problema y promover su prevención y la detección precoz. Abordamos estas cuestiones con la ayuda de Jordi Muñoz, abogado y presidente de la asociación para la investigación del maltrato a personas mayores EIMA .

Qué es el maltrato a las personas mayores

Jordi Muñoz define el maltrato como cualquier acción u omisión de ésta que causa un perjuicio a la persona. La persona que inflige el abuso normalmente se aprovecha de la situación de vulnerabilidad de la víctima o de la relación de confianza que tiene con ésta. A escala mundial, se categoriza en siete tipos: físico, psicológico, sexual, abandono, negligencia, económico y vulneración de derechos. En cuanto a maltrato a las personas mayores, los que tienen mayor incidencia son el psicológico, el financiero y la vulneración de derechos . El primero abunda porque puede darse por sí solo o acompañado de otros abusos, como el físico. Es de los más difíciles de detectar , sobre todo en personas mayores, porque sus signos pueden confundirse con síntomas de patologías típicas de la edad como la depresión o el deterioro cognitivo . El maltrato económico o financiero suele estar vinculado al cobro de la pensión oa la propiedad de un inmueble . Según los datos oficiales, el 90% de las personas mayores de 65 años tienen un piso en propiedad y casi todas tienen un ingreso que, por pequeño que sea, es fijo. “Esto las convierte en un objetivo principal para gente que quiere aprovecharse”, explica Muñoz. Por último, en la categoría de vulneración de derechos encontramos comportamientos como el control y la infantilización . Un ejemplo de abuso habitual que suele pasar desapercibido y que tiene que ver con estas categorías es el control económico que ejercen los hijos sobre sus padres cuando no les dejan disponer libremente de su dinero. Aunque a veces se hace con buena intención, denota un despreciamiento de la persona, puesto que no se la cree capaz de gestionarse sola.

Abandono y negligencia

El abandono y la negligencia son otras dos formas de maltrato que están creciendo y que se producen cuando el entorno de la persona no le proporciona el apoyo que necesita, poniendo en riesgo su bienestar. Según Muñoz la alta incidencia se explica por la falta de recursos para atender a las personas en situación de dependencia que desemboca en que sea la familia quien acabe asumiendo las tareas de cuidado. El estrés que esto comporta y la falta de conocimiento experto provoca que éstas se puedan realizar de forma incorrecta y llegar a cometer negligencias, aunque sean involuntarias o inconscientes. También son comunes los casos de cuidadores o cuidadoras a domicilio que no tienen ningún tipo de capacitación y que realizan prácticas inadecuadas, por lo que es importante que se verifique la calificación profesional de la persona antes de contratarla. En relación con esta cuestión, cabe decir que una parte importante de los maltratadores son personas del entorno familiar de la víctima y cuidadores y cuidadoras no profesionales .

Cómo detectar una situación de maltrato

La invisibilización es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos a la hora de abordar el maltrato a las personas mayores. Normalmente, se produce en un entorno cerrado como el hogar y esto dificulta su detección. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud sólo 1 de cada 24 casos sale a la luz . Sin embargo, cualquier persona es susceptible de identificarlos , desde familiares y amistades de la víctima hasta vecinos y tenderos. En este sentido, apunta Muñoz, la comunidad es fundamental . Por eso, algo tan sencillo como tener un grupo de whatsapp con los vecinos para mantener el contacto, puede marcar la diferencia. Cualquier cambio de comportamiento o actitud en una persona mayor debe hacernos sospechar. Que esté más temerosa o triste, puede indicar que le está pasando algo y no se atreve a contarlo. Otro signo sería que la persona deja de acudir al centro de salud u otros recursos que frecuentaba. También puede suceder lo contrario, que solicite reiteradamente determinados servicios y, por ejemplo, acuda mucho al médico. Si de repente alguien nuevo entra en la vida de la persona mayor, también debemos estar alerta. Evidentemente, estos cambios de conducta no implicarán siempre que haya un maltrato, pero ante la duda, siempre es mejor actuar .

Cómo actuar ante una situación de maltrato

Cuando exista la sospecha de que una persona pueda estar en una situación de abuso o nos encontramos nosotros mismos, lo más importante será levantar la voz y actuar con celeridad . La detección precoz es clave porque, como dice Muñoz, “al igual que una enfermedad, si la coges a tiempo es más fácil hacerle frente”. A veces, esto cuesta porque existe una tendencia a no querer intervenir en asuntos que consideramos privados. Muñoz explica que es necesario librarse de esta idea y pensar que, como la violencia machista o racista, el maltrato a las personas mayores es un problema social . Así, habrá que poner en alerta a los profesionales , que tanto pueden ser de servicios sociales y de salud, como de centros residenciales, casales, centros cívicos o de los cuerpos de seguridad. Cabe remarcar que los Mossos d’Esquadra cuentan con grupos de atención a la víctima dedicados a atender a cualquier persona que sufra violencia doméstica o comunitaria. Además, debemos tener claro que activar la ayuda profesional siempre será positivo, puesto que aunque no haya maltrato, es probable que la persona tenga necesidades de apoyo y, de este modo, se podrá tratar su caso . Paralelamente, si detectamos signos de maltrato en alguien de nuestro entorno también es recomendable acercarse y hablar . Es posible que no nos explique qué está pasado porque a menudo se oculta por miedo o vergüenza, pero esto le ayudará a saber que no está sola y que puede recibir ayuda.

Concienciación y protección

En la mayoría de los casos, las personas mayores tienen una dependencia emocional y funcional de la persona que las maltrata y esto hace que tengan mucha reticencia a denunciar. Otras veces, viven una situación de maltrato y no se dan cuenta porque lo han normalizado. Esto se debe, en gran parte, a los estereotipos negativos que existen sobre las personas mayores, que ellas mismas han interiorizado. Para combatirlos, según Muñoz, hace falta mucha pedagogía y concienciación: «Es necesario que las personas mayores sepan que son importantes, que tienen derecho a tener una vida digna hasta el final». Así, realizar campañas de buen trato y prevención e informar a las personas mayores sobre qué es el maltrato y qué recursos tienen a su alcance resulta clave. En Cataluña existen tres equipos especializados en este colectivo. También existen instrumentos jurídicos de protección que pueden reducir la posibilidad de sufrir ciertos abusos. La autotutela, los poderes preventivos, las voluntades anticipadas e, incluso, el testamento, son documentos legales que prevalecerán nuestras decisiones e intereses.

Prevenir y erradicar el maltrato a las personas mayores es responsabilidad de toda la sociedad. Desde el Grupo Mutuam nos hemos adherido al manifiesto del Movimiento para detener el maltrato a las personas mayores y queremos reiterar la importancia de proteger y respetar sus derechos y promover una cultura de respeto y dignidad hacia ellas.

Jordi Muñoz es abogado y presidente de la asociación EIMA para la investigación del maltrato a personas mayores.

El cuidado de las personas mayores en verano: servicios y soluciones para unas vacaciones tranquilas

La cura de persones grans a l’estiu: vacances amb gent gran

Cuidar a las personas mayores de nuestra familia es una tarea que requiere dedicación durante todo el año . Sin embargo, determinadas épocas presentan retos específicos a abordar. Es el caso del verano cuando la llegada de las deseadas y esperadas vacaciones puede suponer también un esfuerzo de planificación extra para muchas familias. Por suerte, cada vez existen más recursos que facilitan el cuidado de las personas mayores en verano y más soluciones para garantizar unas vacaciones accesibles para todos.

Así, si ahora que se acerca el verano, se pregunte cómo puede seguir proporcionando la mejor atención a sus padres, madres, abuelos o abuelas durante las vacaciones, debe saber que hay varias opciones a su alcance. Dependiendo de la situación familiar en la que se encuentre, si se va de vacaciones, puede optar por estancias temporales en apartamentos con servicios o en residencias para personas mayores. También puede decantarse por contratar a un cuidador o cuidadora a domicilio .

Por otra parte, si el estado de salud de la persona mayor lo permite, podemos viajar en familia para disfrutar del verano todos juntos. En este caso, deberemos tener en cuenta algunas recomendaciones para seguir velando por su salud y su bienestar fuera del domicilio habitual . Hablamos a continuación.

De vacaciones con personas mayores: ¿qué no puede faltar en la maleta?

La época estival es un buen momento para que abuelos y abuelas pasen tiempo de calidad con su familia y disfruten de su compañía. Así, es posible que, si dispone de una segunda residencia, tenga pensado ir a pasar unos días o, por otro lado, puede que se esté planteado alquilar un apartamento turístico. Antes de viajar con personas mayores , sin embargo, deberemos asegurarnos de que nos llevamos todo lo que podamos necesitar ante cualquier incidencia . En concreto, no podemos olvidar:

  • La tarjeta sanitaria .
  • La medicación habitual y el plan de administración.
  • Botiquín con lo indispensable para tratar afecciones o heridas leves típicas de la vida cotidiana: analgésicos, antitérmicos, producto para las quemaduras, producto para las picaduras, alcohol etílico, gasas estériles, tiritas, etc.
  • Dispositivo de teleasistencia móvil o pulsera de emergencia en caso de que se tenga (si procede, habrá que gestionar el cambio de domicilio con la central de alarmas).
  • Números de teléfono o direcciones de correo electrónico de contacto de los profesionales sanitarios de referencia: CAP, mutua sanitaria, etc.

Además, es aconsejable tener al alcance un tensiómetro . El calor afecta a la presión arterial y también lo hacen algunos medicamentos que suelen tomar las personas mayores. Por eso, en verano, aunque estemos de vacaciones, es especialmente recomendable medirla periódicamente para controlar cualquier anomalía.

En cuanto a los desplazamientos en coche , podemos utilizar algunos gadgets para hacerlos más cómodos . Algunos son muy fáciles de instalar, como un asidero o una almohada giratoria para facilitar entrar y salir del vehículo. Por su parte, las almohadas lumbares y cervicales ayudarán a evitar dolores musculares .

Vivienda adaptada para unas vacaciones accesibles

Si tenemos personas mayores o con movilidad reducida a nuestro cargo, lo más probable es que ya hayamos adaptado la vivienda a sus necesidades. Pero, ¿qué pasa cuando nos vamos de vacaciones? Aparte de tener en cuenta todas las pautas que hemos mencionado hasta ahora, a la hora de elegir un alojamiento para nuestras vacaciones en familia, debemos fijarnos en que esté adaptado para personas mayores o con movilidad reducida para garantizar, así, unas vacaciones accesibles para todos.

Por otra parte, si tenemos una segunda residencia donde ir a pasar las vacaciones, tendremos que adaptarla para que las personas mayores puedan disfrutar de una estancia cómoda y segura . No es necesario realizar grandes cambios ni reformas, sino que siguiendo unas sencillas recomendaciones podrá seguir cuidando a las personas mayores en verano en su casa de vacaciones:

  • Evita el uso de alfombras o moquetas desajustadas ya que es fácil tropezar con ellas.
  • Deja luces a pilas que brillen en la oscuridad para que se puedan detectar fácilmente de noche. También puedes poner luces LED con sensor de movimiento para que se enciendan automáticamente a nuestro paso. Todas estas luces son muy fáciles de instalar y no requieren el uso de ninguna herramienta.
  • Utiliza un organizador de cables para dejarlos bien recogidos y que no causen tropiezos.
  • No tengas objetos y muebles que dificulten el paso y puedan provocar caídas.
  • Deja todo aquello que la persona mayor pueda necesitar al alcance de la mano , especialmente los medicamentos y el botiquín.
  • En caso de que la vivienda disponga de varios niveles, sitúa la habitación de la persona en la planta baja .
  • El plato de ducha es preferible en la bañera. Tanto si tienes uno como otro, poner un asiento, adhesivos o alfombras antideslizantes y barras de sujeción . Estas últimas también deberían estar junto al inodoro.

El Servicio de Orientación Social de Mutuam, una ayuda de confianza para preparar las vacaciones con personas mayores

A lo largo de este artículo hemos visto algunos consejos a tener en cuenta a la hora de planear unas vacaciones en familia con personas mayores. También le hemos recomendado algunos artículos que vale la pena tener si desea que tanto el viaje como la estancia se adapten mejor a sus necesidades. Somos conscientes de que, en ocasiones, puede ser difícil elegir, entre toda la ayuda disponible, cuál es la más adecuada para nuestras circunstancias personales. Por todo ello, Mutuam ofrece el Servicio de Orientación Social , que proporciona asesoramiento y apoyo en relación a cualquier tema vinculado con el cuidado de las personas mayores o dependientes. Un equipo profesional especializado le atenderá, por teléfono o presencialmente , y resolverá las dudas que pueda tener sobre qué es lo mejor que puede hacer para su familiar.

El abanico de asuntos con los que pueden asistirle es amplio. En el caso de las vacaciones de verano, por ejemplo, le explicarán dónde encontrar un servicio de ayuda domiciliaria de calidad y confianza que sustituya de manera puntual lo que tiene habitualmente, o qué opciones tiene si tiene que viajar y no puede cuidar de su familiar mientras esté fuera. Así, si necesita un recurso residencial temporal o un cuidador o cuidadora por unos días de verano, le orientarán y le derivarán al servicio más adecuado, tanto si lo podemos proporcionar desde el Grupo Mutuam , como si es necesario ajeno.

El Servicio de Orientación Social también atenderá otras inquietudes que pueden aparecer ante una situación de fragilidad y le aportará tranquilidad y seguridad. Para acceder, sólo tiene que llamar y explicar su caso; el equipo le escuchará con empatía y le dará una respuesta a medida , poniendo a su alcance todos sus conocimientos sobre el mundo de la dependencia.

Contacta con el Servicio de Orientación Social del Grupo Mutuam , soluciones de confianza para la gente mayor. Contacto Servicio de Orientación Social 93 380 09 70

Estafas a las personas mayores: cómo reconocerlas y evitarlas

Persones grans i estafes

Cada vez hay más fraudes y estafas de los que cualquiera de nosotros puede ser víctima. Los estafadores están constantemente ideando nuevas formas de engañarnos y las nuevas tecnologías, que avanzan y cambian rápidamente, son sus grandes aliadas. Así, además de los fraudes clásicos, es necesario tener en cuenta delitos como el phishing o las estafas por Whatsapp. Desgraciadamente, las personas mayores suelen ser uno de los principales objetivos de los estafadores. Sin embargo, es fácil protegernos y evitar ser víctimas de estos delitos si sabemos en qué consisten.

En este artículo, te presentamos algunos consejos útiles para reconocer y prevenir las estafas y fraudes más comunes.

Qué es el phishing , una de las estafas por Internet más habituales

Hoy en día, muchos mayores están conectados a Internet y utilizan las redes sociales, el correo electrónico y otras aplicaciones. En este sentido, es importante tener muy presente que nunca debemos compartir información personal en Internet ni hacer clic en enlaces desconocidos. Esto evitará que caigamos en el phishing, una técnica que utilizan los ciberdelincuentes para robar nuestros datos y usarlos de forma malintencionada. Llegados a este punto, muchos os estaréis preguntando qué es el phishing y en qué consiste. Pues bien, este tipo de timo digital se basa en enviar correos electrónicos o mensajes de texto que parecen legítimos, pero están diseñados para obtener información personal valiosa, como contraseñas y números de tarjeta de crédito. Estos correos electrónicos o mensajes de textos a menudo suplantan la identidad de empresas u organismos públicos, como entidades bancarias, compañías de mensajería o Correos. A través de un enlace en el mensaje intentarán redirigirnos a una página web fraudulenta en la que nos pedirán introducir datos como el número de la tarjeta de crédito o el DNI.

Mantener la privacidad online para no caer en el phishing

Los sitios web de phishing suelen tener un aspecto similar a los legítimos; por ejemplo, incluyen el logo o la imagen de marca de la entidad. Pero, por otra parte, a veces contienen errores gramaticales o intentan transmitir urgencia y miedo para que el usuario realice las acciones que le piden y caiga en la estafa. Así que, si identificas alguno de estos elementos, debes sospechar que se trata de un intento de phishing. También es importante asegurarse de que la dirección web comienza con «https» y que la página tenga un candado de seguridad en la barra de direcciones.

A pesar de estas indicaciones, si lo que deseas es curarte en salud, es recomendable no introducir nunca ningún dato personal en un sitio web al que hayas accedido a través de un enlace recibido por email o SMS. Por lo general, ninguna compañía u organismo público te solicitará información personal o sensible a través de estos canales.

Saber identificar las estafas telefónicas

Los estafadores también utilizan las llamadas telefónicas para engañar a las personas mayores con el fin, sobre todo, de obtener información personal. En concreto, al igual que con el phishing, a menudo se hacen pasar por empleados de empresas o entidades legítimas.

Por ejemplo, nos pueden llamar simulando que son nuestra operadora de telefonía informándonos de una subida de las tarifas. Después de esta primera llamada, es probable que sintamos indignación y tengamos ganas de cambiarnos de compañía. El timador aprovechará para volver a llamar, esta vez haciéndose pasar por otra operadora que nos ofrece mejores condiciones. El objetivo es que se acepte esta supuesta oferta y conseguir nuestros datos personales y de pago para el nuevo contrato. Para evitarlo, debemos saber que las empresas telefónicas nunca nos llamarán para informarnos de una subida de precios, sino que lo harán por otras vías como comunicación adjunta a una de las facturas. Por otra parte, debemos tener en cuenta lo que hemos explicado antes: nunca debemos proporcionar nuestros datos por Internet o por teléfono.

Además de las compañías de telefonía, también es posible recibir llamadas falsas de otras empresas, como una entidad bancaria. Los estafadores pueden suplantar su identidad y pedir datos personales o bancarios bajo una gran variedad de excusas. Otra estafa telefónica común es la de la llamada perdida. Si ves que has recibido en tu teléfono fijo o móvil una llamada de un número desconocido o con un prefijo extraño, no devuelvas la llamada. Probablemente, se trate de un número internacional o de pago y lo acabes notando en la factura. Del mismo modo, si recibes una llamada y al contestar a nadie responde, cuelga inmediatament. Es posible que el estafador utilice tu número de teléfono para realizar alguna suscripción o pago.

Si te piden dinero, probablemente sea una estafa

Muchas veces las personas mayores son víctimas de estafas o fraudes en los que los delincuentes piden dinero haciéndose pasar por otra persona. Esta es, de hecho, una de las estafas por Whatsapp más habituales. Los estafadores se aprovechan de nuestra buena voluntad fingiendo ser un familiar, amigo o conocido que necesita ayuda financiera, a menudo para una emergencia.

Con el fin de prevenir estos fraudes, es vital no enviar dinero a personas que no conozcamos personalmente. Si alguien nos pide dinero por teléfono, mensaje de Whatsapp o correo electrónico, debemos verificar la autenticidad de la solicitud antes de hacer nada .

También se debe ir con mucho cuidado con las inversiones y las oportunidades de negocio, que pueden ser falsas. En este sentido, los estafadores pueden utilizar técnicas de persuasión, como presionar a la víctima para que tome decisiones rápidas, o prometer altos rendimientos en poco tiempo. En una situación como ésta, lo mejor es investigar y buscar información sobre la empresa o la oportunidad en Internet, así como comentar la situación con amigos o familiares antes de realizar ninguna inversión. No te dejes presionar por vendedores agresivos y, sobre todo, si parece demasiado bueno para ser real, probablemente se trate de una estafa.

Como veis, hay muchas clases de fraudes diferentes y eso que no hemos hablado de otras estafas clásicas como la falsa revisión del gas, la luz o el agua . Conocer todas las formas de fraude y engaño que existen puede parecer demasiado difícil e incluso puede agobiarnos. Pero, al final, lo realmente importante es tener presentes unos sencillos principios generales como los que hemos comentado en este artículo: no proporcionar datos personales ni realizar ningún pago si no tenemos la certeza de que el destinatario es de fiar.

Viajes y seniors: recomendaciones para vivir una experiencia inolvidable

Viatges i sèniors, recomanacions per a una experiència inoblidable

Descubrir el mundo es un gran placer que comparten personas de todas las edades. Sin embargo, con el tiempo, la forma de viajar, las preferencias y las necesidades cambian. Hacerse mayor no significa quedarse en casa ni dejar de hacer las cosas que gustan. Ya sea con escapadas de fin de semana, pequeñas excursiones o viajes más largos, viajar puede ser una experiencia inolvidable a cualquier edad. A continuación os compartimos una serie de recomendaciones para seniors inquietos que quieran continuar disfrutando de esta afición.

Propuestas suaves, inclusivas y personalizadas para seniors

En primer lugar, se aconseja participar en actividades con ritmos ligeros y adecuadas a las necesidades de los seniors. Es importante que las propuestas sean individualizadas, pensadas en los perfiles de las personas usuarias, y que combinen diversas temáticas : cultura, naturaleza y gastronomía.

Las predilecciones y las prioridades de las personas mayores deben ser la esencia de las actividades. En todo momento, deben tener sus gustos muy en cuenta y organizar los viajes en función de estos. De esta forma, se conseguirá una buena acogida y unos grados elevados de satisfacción.

Soporte constante y creación de vínculos

Del mismo modo, un punto clave es contar con personas de referencia que les acompañen y apoyen a lo largo de toda la experiencia. Desde el primer momento, las personas mayores deben sentirse acogidas y seguras. Así pues, es necesario potenciar una relación de proximidad y de confianza.

Asimismo, se aconseja apostar por propuestas que intenten promover la creación de vínculos entre las personas participantes. Construir a una pequeña familia viajera debe ser un motivo de peso para formar parte de las actividades programadas. A menudo, los seniors activos buscan planes para disfrutar de la oferta cultural y de ocio de sus respectivas ciudades y pueblos, pero a la vez buscan relacionarse con el entorno, conocer personas nuevas, interactuar, compartir, hablar y huir de la soledad. Las escapadas o excursiones en grupo son excelentes para ese propósito.

Planificación al por menor y seguridad

También, se recomienda que exista una programación detallada de todas las actividades previstas, así como que éstas se adecuen a la estacionalidad ya las condiciones meteorológicas del momento.

Por último, existe el hecho de proporcionar consejos y asesoramiento con los preparativos del viaje, como, por ejemplo, el tipo de equipaje, la ropa, el clima, los horarios o las comidas. En esta línea, durante los viajes, es necesario tener especialmente a mano los seguros de salud y de cancelaciones.

Mutuam Activa, viajes a medida para seniors

Por todo ello, los viajes organizados son una gran opción para las personas mayores. En este sentido, antes de contratar una escapada o salida es importante saber que la entidad que la ofrece es de confianza y que tiene una trayectoria detrás que le avala.

Mutuam Activa, el servicio de viajes, ocio y ocio del Grupo Mutuam, surgió hace cerca de treinta años con la voluntad de fomentar el envejecimiento activo y la socialización de las personas mayores activas para mejorar su bienestar físico, psíquico y cognitivo. Después de tantos años, conoce muy bien cómo viajar por el mundo con personas senior y, cada trimestre, unas trescientas personas participan en las diversas actividades que organiza. En concreto, se programan ocho o diez propuestas trimestrales, como matinales por la ciudad de Barcelona, excursiones de un día por Cataluña y viajes nacionales e internacionales de tres a seis días por el Estado y Europa.

Escapadas a La Rioja y Tirol, excursiones a la Cerdanya o salidas para descubrir lugares de Barcelona como el Jardín Botánico o el barrio del Guinardó son algunas de las próximas propuestas de Mutuam Activa.

Habitualmente, las actividades cuentan con el acompañamiento de la persona responsable del servicio Mutuam Activa, un guía de la agencia de viajes y, en algunas ocasiones, también de un guía local. El objetivo de la exitosa iniciativa es que la persona se olvide de planificar y organizar y se centre en disfrutar de la experiencia.

Si quieres disponer de una programación de actividades adecuada a la edad senior para disfrutar de tu tiempo libre con todas las comodidades y atenciones, debes conocer la propuesta de Mutuam Activa, un servicio experto en ocio y ocio cultural para personas mayores activa. Descubre la programación de viajes y salidas para esta primavera aquí .

La importancia de un buen descanso para conseguir un envejecimiento saludable

La importància d’un bon descans per a aconseguir un envelliment saludable

Dormir, descansar y reponer correctamente son acciones clave para la salud de las personas mayores. Indudablemente, la higiene del sueño juega un papel fundamental en el envejecimiento activo y saludable. Así pues, desde un punto de vista de cuidado de la salud y del bienestar, su abordaje es esencial.

Trastornos del sueño y beneficios de un buen descanso

Ante todo, hay que normalizar el hecho de que las personas mayores duermen menos tiempo y de forma más superficial. También, hay que tener presente que existen varios trastornos del sueño. Entre los más frecuentes se encuentran el insomnio, la somnolencia diurna, las conductas anormales durante el sueño o los trastornos de ritmo. Sin embargo, debemos intentar favorecer un buen descanso, ya que de éste, se desprenden numerosos beneficios: reposo y recuperación metabólica, consolidación de la memoria y del aprendizaje, control emocional, regulación inmunológica y regulación hormonal.

Establecer unos horarios regulares

Así pues, los expertos enumeran una serie de recomendaciones, consejos y pautas para actuar sobre la higiene del sueño. En primer lugar, hablan de establecer unos horarios regulares y rutinas. También recomiendan evitar las siestas muy largas, ya que éstas pueden incidir negativamente a la hora de conseguir un descanso reparador durante la noche. En este sentido, aconsejan que las siestas no superen los cuarenta y cinco minutos de duración aproximadamente.

Para crear una rutina del sueño, a diario, se puede escoger una lectura placentera, tomar una ducha de agua caliente o llevar a cabo unos ejercicios de relajación como, por ejemplo, de control de la respiración, de respiración profunda, de relajación muscular o de visualización guiada.

Promover una buena alimentación

De la misma forma, una buena alimentación contribuye a mejorar la higiene del sueño. Unas cuatro horas antes de acostarse, los profesionales sugieren evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados, así como el café, el té, los refrescos y el chocolate. Asimismo, afirman que es aceptable tomar un refrigerio ligero antes de acostarse y alertan sobre el alcohol y el tabaco.

Fomentar la actividad física

Otro elemento central para incidir sobre la higiene del sueño es la actividad física pautada. De hecho, múltiples investigaciones científicas confirman que el ejercicio físico puede actuar como estimulante para el cuerpo y la mente. En este sentido, los expertos hablan de realizar actividad física pautada de forma regular, aunque no inmediatamente antes de acostarse. En consecuencia, el mejor momento para realizar ejercicio físico es a primera hora del día o durante las primeras horas de la tarde.

Asimismo, los contactos sociales ayudarán a promover un buen descanso entre las personas mayores. Interactuar, hablar y conversar con sus familias y amistades aportará dinamismo y felicidad, hechos que inciden directamente en el bienestar emocional, psíquico y físico de las personas mayores.

Adecuar la habitación

Por último, se recomienda utilizar ropa de cama cómoda, suave y acogedora. También, se aconseja encontrar una configuración de la temperatura de la habitación óptima y confortable, en donde la persona se sienta bien, y mantener la estancia ventilada. Asimismo, los profesionales sugieren bloquear los ruidos y molestias que pueden perturbar un buen descanso, así como disminuir los focos de luz. En definitiva, se busca disponer de un área que la persona encuentre agradable, práctica y complaciente.

6 recomendaciones para cuidar a una persona con movilidad reducida

Mobilitat Reduïda

Cuidar a una persona con movilidad reducida puede ser una tarea compleja y exigente, pero también gratificante. Hay que tener en cuenta que es una situación en la que muchos de nosotros nos encontraremos en algún momento de nuestra vida. Cuando esto ocurre, es normal sentir impotencia o que la responsabilidad nos sobrepase. No debemos olvidar que, a menudo, la persona encargada de los cuidados suele tener un fuerte vínculo afectivo con la persona cuidada y que, al estrés del cambio de rutina, se suma el componente emocional. Sin embargo, siguiendo una serie de recomendaciones, consejos y trucos, podemos llevar a cabo las tareas de cuidado de manera sencilla y eficaz mientras cuidamos, a su vez, nuestra salud física y mental.

A continuación, presentamos algunas recomendaciones para ayudar a familias y personas cuidadoras no profesionales a cuidar mejor pacientes con movilidad reducida.

No todas las personas con movilidad reducida son iguales

Ante todo, es importante entender que cada persona es diferente y que la manera de abordar sus necesidades variará según su estado de salud. Por ejemplo, las necesidades de una persona con demencia pueden ser distintas a las de una que ha sufrido un accidente cerebral. De la misma forma, no es lo mismo tratar con una persona joven que con una persona mayor o con un caso temporal y reversible. Hay un gran número de causas que pueden llevar a una persona a verse en situación de dependencia. Conocer bien cuál es la problemática, cómo se manifiesta y qué necesidades de apoyo requiere será vital para poder atender a las necesidades.

Por otra parte, la personalidad de cada individuo también jugará un papel clave. Algunos tienen más reticencia en recibir ayuda. Otros necesitarán más acompañamiento emocional o querrán que las cosas se hagan de una forma determinada.

Comunicación, comunicación y más comunicación

Una de las cosas más importantes a la hora de cuidar a una persona con movilidad reducida es mantener una comunicación clara y efectiva con ella. Esto significa que, siempre que el estado de salud de la persona lo permita, lo mejor será hablar con ella y preguntarle directamente qué necesidades tiene y cómo prefiere que le ayuden. Cuando la persona se siente implicada en el proceso de cuidado, es más probable que coopere y se mantenga positiva. Hay que tener presente que estar en una situación invalidante puede llegar a ser muy frustrante. A menudo, lo mejor que se puede hacer para que la persona se sienta mejor es simplemente escucharla y tener empatía con ella.

Una buena comunicación también facilitará tareas complejas y delicadas de realizar como las movilizaciones. En este sentido, explicar a la persona los pasos y movimientos que se harán y hacerla partícipe del proceso será clave para evitar hacerle daño ni hacernos nosotros.

La higiene postural y las movilizaciones

La movilidad es otro aspecto esencial del cuidado de una persona con movilidad reducida. Hay que ayudarla a desplazarse ya realizar movimientos y cambios de posición periódicos y asegurarse de que lo hace con seguridad y sin dolor. Las movilizaciones son físicamente exigentes. Por este motivo, tener una postura y una técnica correcta será clave para evitar lesiones tanto a la persona que cuida como a la que es cuidada.

En primer lugar, es muy importante tener en cuenta que nunca debemos mover a nuestro familiar sin la ayuda de un elemento de soporte técnico, sea una grúa o un andador. Después, debemos tener muy claro cuál es la maniobra que queremos realizar y realizarla con seguridad. Por eso, va muy bien preguntarse cómo será el movimiento que debemos hacer, si es alcanzable para la persona y con qué dificultades se puede encontrar.

Por último, deberemos colocar nuestro cuerpo en la posición correcta para llevar a cabo la movilización. Deberemos flexionar ligeramente las rodillas y mantener las piernas fuertes, pero no rígidas, buscando la estabilidad del cuerpo. La espalda deberá estar recta en todo momento. Es crucial no hacer fuerza con la espalda, sino ayudarnos de las piernas para levantar a la persona.

Diálogo constante

Aparte de una buena higiene postural, también es muy importante hablar con el paciente antes de iniciar la movilización. Así, explicarle cómo nos vamos a mover, qué fuerza aplicaremos y qué puede hacer él o ella para ayudarnos a llevar a cabo el movimiento, contribuirá a que el proceso sea más fácil.

Hacer movilizaciones o cambios posturales periódicos, al menos cada 3-4 horas, o más a menudo dependiendo del caso, es esencial a la hora de evitar los riesgos para la salud que comporta estar demasiado rato en la misma postura. Uno de estos riesgos es la aparición de úlceras por presión, una lesión de la piel causada por la presión prolongada contra una superficie exterior, aunque ésta sea blanda. Mantener la piel limpia, seca y bien hidratada también ayudará a evitar ese tipo de lesiones. Y, si es necesario, también se pueden utilizar colchones y almohadas especiales.

El mantenimiento de la autonomía en una persona con movilidad reducida

Por lo general, las personas en situación de dependencia necesitan apoyo en los ámbitos de la higiene, la alimentación y la movilidad. Se debe buscar que la persona viva en las mejores condiciones posibles y esto, en muchos casos, también incluye realizar actividades de ocio.

Es importante proporcionar a la persona oportunidades para disfrutar de su tiempo libre y realizar actividades que le gusten. Realizar actividades cotidianas ayuda mucho a la persona a mantenerse positiva ya sentirse más independiente.

Precisamente, la promoción de la autonomía debería ser una prioridad a la hora de enfocar la atención al paciente. Es fundamental que, mientras puedan, se hagan las cosas ellos mismos, aunque sean acciones aparentemente muy sencillas, como ponerse el pantalón o lavarse parte del cuerpo. Si no llegan solos, llegarán con ayuda de la persona cuidadora. Es un trabajo en equipo.

Los soportes técnicos

Hay una gran variedad de soportes técnicos disponibles para ayudar a las personas con movilidad reducida en su día a día. Estos dispositivos, como las sillas de ruedas, los andadores o las grúas, favorecen la comodidad del paciente y, al mismo tiempo, facilitan la labor de la persona que lo cuida.

Conocerlos nos permitirá seleccionar los que mejor se adapten a las necesidades de la persona. Por ejemplo, las grúas son especialmente útiles en pacientes que carecen de ningún tipo de movilidad. Mientras que para utilizar discos giratorios de transferencia, deberemos asegurarnos de que la persona puede apoyarse sobre los pies y mantener esta postura.

Saber cuándo pedir ayuda

Aunque seguimos todas estas indicaciones, es normal no saber cómo actuar en ciertos momentos, especialmente si la situación de dependencia se ha dado de repente y no hemos tenido ocasión de prepararnos. En casos así, es recomendable contar con el soporte de una persona con formación y experiencia profesionales. La atención domiciliaria, como la que ofrece el Grupo Mutuam con el servicio Mutuam en Casa , nos ayudará no sólo a descargarnos de trabajo. También, nos proporcionará la tranquilidad de saber que contamos con una persona de confianza que atenderá tanto a las inquietudes de la persona cuidada como a las de su familia.

Las personas cercanas al paciente a menudo se sienten perdidas o desbordadas y agradecen mucho una guía profesional que les indique cómo proceder en determinadas situaciones. Si la persona que cuida en casa es como una muleta para el paciente, el profesional de la atención domiciliaria actúa como un apoyo tanto para la persona con movilidad reducida como para la que cuida de ella.

*La fotografía ha sido cedida por la UEN (Unidad de Estimulación Neurológica).

Un hogar adaptado a ti: recomendaciones para una vivienda accesible y segura

Vivienda adaptada

Conseguir un hogar adaptado a nuestras necesidades es un proceso continuo que tiene como objetivo hacernos la vida más fácil y confortable . Así, cuando nos hacemos mayores y surgen dificultades derivadas de las limitaciones de movilidad o de las pérdidas cognitivas, nos conviene una vivienda accesible y segura para garantizar, no sólo nuestra calidad de vida, sino incluso la autonomía personal.

Ser independientes a la hora de realizar las actividades cotidianas es clave para vivir bien. Por eso, cuando envejecemos, debemos avanzar hacia una adaptación del hogar basada, por un lado, en la eliminación de barreras arquitectónicas y, por otro, en la incorporación de elementos de apoyo.

Vivienda accesible

Uno de los problemas que afecta más a la calidad de vida de las personas mayores es el de las limitaciones de movilidad. En este sentido, es esencial convertir las casas en espacios accesibles para personas que se desplazan en silla de ruedas o con muletas. Esto significa, para empezar, que los pasillos y puertas deben tener una anchura mínima de 90 cm para facilitar su paso. Además, si hay escaleras, ya sea en casa o en el edificio, seguramente deberemos colocar rampas o algún tipo de plataforma o silla salvaescaleras.

Otra intervención fundamental cuando existe movilidad reducida es la instalación de barras o pasamanos en los pasillos para evitar caídas y facilitar los desplazamientos entre estancias. También mejoraremos la seguridad si ponemos interruptores de la luz en cada extremo.

El baño, una estancia crítica

Por las acciones que allí llevamos a cabo, por la humedad y por las dimensiones reducidas que suele tener, el baño es el espacio de la casa más crítico en cuanto a seguridad. Al mismo tiempo, es donde hacemos la higiene personal, una actividad para la que preferimos no buscar apoyo y tener intimidad. Todo ello hace que tengamos que prestar especial atención a algunos aspectos de esta estancia si queremos disfrutar de un hogar adaptado.

  • En caso de que reformemos el baño, si es posible, es mejor dejar espacio libre para desplazamientos y giros.
  • Si tenemos una bañera, lo mejor sería sustituirla por una ducha a ras de suelo, mucho más accesible.
  • Tanto si tenemos bañera como ducha, es muy recomendable colocar alfombras antideslizantes, asideros e incluso un asiento.
  • En cuanto al inodoro, también podemos poner barras y/o elevadores que hagan más fácil sentarse y levantarse.
  • Existen peines y cepillos de ducha con los mangos largos que nos ayudan a ser autónomos cuando no tenemos mucha movilidad.

Cocinas sin accidentes

Tanto las limitaciones de movilidad como el deterioro cognitivo aumentan el riesgo de sufrir accidentes en la cocina. No obstante, algunas modificaciones del mobiliario y una adecuada gestión de los enseres mejorarán la situación.

  • Procura que los armarios no sean muy altos para poder acceder mejor.
  • Si puedes, opta por una cocina de inducción, puesto que no sólo es más fácil de limpiar, sino que es la más segura, porque se apagan solas cuando no hay una sartén encima.
  • Sitúa los utensilios y objetos de uso habitual en los lugares más accesibles.
  • Ten en cuenta que existen mostradores con altura regulable que nos permiten salvar las dificultades motrices.

Suelos seguros y gadgets adaptados

Aparte del baño y la cocina, hay aspectos generales que debemos tener en cuenta para todo el hogar. Por un lado, para ahorrarnos caídas y tropiezos, es mejor no tener alfombras ni obstáculos -como pequeños muebles o calefactores portátiles- y evitar los suelos en los que es fácil resbalar. Por otro lado, debemos procurar que haya una buena iluminación. En este sentido, es importante disponer de un interruptor cerca de la cama para no levantarnos nunca a oscuras.

Además, frente a una situación de deterioro cognitivo, es clave rodearnos de aparatos que nos ofrezcan comodidad y, sobre todo, seguridad. Por ejemplo, los amplificadores de timbres o los mandos a distancia y los teléfonos con los números grandes.

Ayudas y asesoramiento profesional

Como veis, para disfrutar de un hogar adaptado a nuestras necesidades hay mejoras que se pueden conseguir a un bajo coste y modificaciones que requieren una mayor inversión. Así mismo, hay que tener en cuenta que las personas que tienen una discapacidad reconocida del 33% o más pueden solicitar una ayuda económica para hacer su hogar accesible.

La adaptación del hogar requiere un estudio previo para identificar cuáles son las necesidades de la persona o personas que viven en ella. Este trabajo debe llevarlo a cabo un equipo profesional multidisciplinar, que idealmente deberían integrar arquitectos, constructores, fisioterapeutas, pedagogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales.

Si tienéis claro que queréis vivir en vuestra casa tanto tiempo como sea posible, pero no sabéis por dónde empezar a hacer vuestra vivienda accesible, podéis poneros en contacto con el Servicio de Orientación Social del Grupo Mutuam. Sus profesionales os dirigirán a servicios especializados de confianza.